Lectura diaria de la Biblia
18 de Septiembre 2010 – Sábado
Mundo: Dios siembra su palabra, pero se pierde la simiente cuando cae al borde del camino, en terreno pedregoso o entre zarzas: los que viven de espaldas a Dios.
Fe: Los de la tierra buena son los de corazón noble y generoso, que escuchan la palabra y la guardan y dan fruto perseverando.
Se le juntaba a Jesús mucha gente y, al pasar por los pueblos, otros se iban añadiendo. Entonces les dijo esta parábola: Salió el sembrador a sembrar su semilla. Al sembrarla, algo cayó al borde del camino, lo pisaron, y los pájaros se lo comieron. Otro poco cayó en terreno pedregoso y, al crecer, se secó por falta de humedad. Otro poco cayó entre zarza, y las zarzas, creciendo al mismo tiempo lo ahogaron. El resto cayó en tierra buena y, al crecer, dio fruto al ciento por uno. Dicho esto, exclamó: el que tenga oídos para oír que oiga. Entonces le preguntaron los discípulos: ¿Qué significa esa parábola? El les respondió: A vosotros se os ha concedido conocer los secretos del reino de Dios; a los demás, sólo en parábolas, para que viendo no vean y oyendo no entiendan. El sentido de la parábola es este: La semilla es la palabra de Dios. Los del borde del camino son los que escuchan, pero luego viene el diablo y se lleva la palabra de sus corazones, para que no crean y se salven. Los del terreno pedregoso son los que, al escucharla, reciben la palabra con alegría, pero no tienen raíz; son los que por algún tiempo creen, pero en el momento de la prueba fallan. Lo que cayó entre zarzas son los que escuchan, pero, con los afanes y riquezas y placeres de la vida, se van ahogando y no maduran. Los de la tierra buena son los que con un corazón noble y generoso escuchan la palabra, la guardan y dan fruto perseverando.
1Co 15, 35-37.42-49; Sal 55, 10-14 . Lucas 8, 4-15