Lectura diaria de la Biblia

27 de marzo 2010 – Sábado

 

Mundo: ¿Cuántas veces en ventiún siglos han intentado erradicar de la tierra, vano intento, a Cristo y a su Iglesia?

 

           Fe: Jesús es la resurrección y la vida: a Lázaro lo resucitó y después murió; a nosotros nos resucitará para siempre.

 

Muchos judíos que habían venido a casa de María, al ver lo que había hecho Jesús (la resurrección de Lázaro), creyeron en él. Pero algunos acudieron a los fariseos y les contaron lo que había hecho Jesús. Los sumos sacerdotes y los fariseos convocaron el Sanedrín y dijeron: ¿Qué hacemos? Este hombre hace muchos signos. Si lo dejamos seguir, todos creerán en él, y vendrán los romanos y nos destruirán el lugar santo y la nación. Uno de ellos, Caifá, que era sumo sacerdote aquel año les dijo: Vosotros no entendéis ni palabra; no comprendéis que os conviene que uno muera por el pueblo, y que no perezca la nación entera. Esto no lo dijo por propio impulso, sino que, por ser sumo sacerdote aquel año, habló proféticamente, anunciando que Jesús iba a morir por la nación; y no sólo por la nación, sino también para reunir a los hijos de Dios dispersos. Y aquel día decidieron darle muerte. Por eso Jesús ya no andaba públicamente con los judíos, sino que se retiró a la región vecina al desierto, a una ciudad llamada Efraín, y pasaba allí el tiempo con los discípulos. Se acercaba la Pascua de los judíos, y muchos de aquella región subían a Jerusalén, antes de la Pascua, para purificarse. Buscaban a Jesús y, estando en el templo, se preguntaban: ¿Qué os parece? ¿No vendrá a la fiesta?. Los sumos sacerdotes y fariseos habían mandado que el que se enterase de donde estaba les avisara para prenderlo.

 

Ez 37, 21-28; Sal Jr, 31, 10-13 . Juan 11, 45-57

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