Lectura diaria de la Biblia

19 de enero 2025 – domingo. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Es bello pensar que el primer signo que Jesús cumple no es una curación extraordinaria o un prodigio en el templo de Jerusalén, sino un gesto que sale al encuentro de una necesidad simple y concreta de gente común, un gesto doméstico, un milagro –digámoslo así- de puntillas, discreto, silencioso. Él está dispuesto para ayudarnos, para levantarnos. Y entonces, si estamos atentos a estos “signos” su amor nos conquista y nos hacemos discípulos suyos. (16-01-2022)

Isaías 62, 1-5: Por amor de Sión no callaré, por amor de Jerusalén no descansaré, hasta que rompa la aurora de su justicia y su salvación llamée como antorcha. Los pueblos verán su justicia, y los reyes, tu gloria; te pondrán un nombre nuevo, pronunciado por la boca del Señor. Serás corona fúlgida en la mano del Señor y diadema real en la palma de tu Dios. Ya no te llamarán abandonada, ni a tu tierra devastada; a ti te llamarán Mi predilecta, y a tu tierra Desposada; porque el Señor te prefiere a ti y tu tierra tendrá un esposo. Como un joven se desposa con una doncella, así se desposan tus constructores. Como se regocija el marido con su esposa, se regocija tu Dios contigo.

Salmo 95, 1-3.7-10: Contad las maravillas del Señor a todas las naciones.

1Corintios 12, 4-11: Hay diversidad de carismas, pero un mismo espíritu: hay diversidad de ministerios, pero un mismo Señor; y hay diversidad de actuaciones, pero un mismo Dios que obra todo en todos. Pero a cada cual se le otorga la manifestación del espíritu para el bien común. Y así uno recibe del Espíritu el hablar con sabiduría; otro, el hablar con inteligencia, según el mismo Espíritu. Hay quien, por el mismo Espíritu, recibe el don de la fe; y otro, por el mismo Espíritu, don de curar. A este le han concedido hacer milagros; a aquel, profetizar. A otro, distinguir los buenos y los malos espíritus. A uno, la diversidad de lenguas; a otro, el don de interpretarlas. El mismo y único Espíritu obra todo esto, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.

Juan 2, 1-11: En aquel tiempo, había una boda en Caná de Galilea y la madre de Jesús estaba allí; Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda. Faltó el vino y la madre de Jesús le dice: No tienen vino. Jesús le dice: Mujer ¿qué tengo yo que ver contigo?. Todavía no ha llegado mi hora. Su madre dice a los sirvientes: Haced lo que él os diga. Había allí colocadas seis tinajas de piedra, para las purificaciones de los judíos, de unos cien litros cada una. Jesús les dijo: Llenad las tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba. Entonces les mandó: Sacad ahora, y llevadlo al mayordomo. Ellos se lo llevaron. El mayordomo probó el agua convertida en vino sin saber de dónde venía (los sirvientes si lo sabían, pues habían sacado el agua), y entonces llamó al esposo y le dice: Todo el mundo pone primero el vino bueno y cuando ya están bebidos el peor; tú en cambio has guardado el vino bueno hasta ahora. Este fue el primero de los signos que Jesús realizó en Caná de Galilea; así manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en él.

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