Lectura diaria de la Biblia
17 de enero 2025 – viernes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.
Papa Francisco: ¡Que maravilloso ejemplo de sanación! La acción de Cristo es una respuesta directa a la fe de esas personas, a la esperanza que depositan en Él, al amor que demuestran tener los unos por los otros. Y por tanto Jesús sana, pero no sana simplemente la parálisis, sana todo, perdona los pecados, renueva la vida de los paralíticos y de sus amigos. Hace nacer de nuevo, digamos así. Una sanación física y espiritual, todo junto, fruto de un encuentro personal y social. Imaginamos como está esta amistad, y la fe de todos los presentes en esa casa, hayan crecido gracias al gesto de Jesús. ¡El encuentro sanador con Jesús! (05-08-2020)
Cuando a los pocos días volvió Jesús en Cafarnaún, se supo que estaba en casa. Acudieron tantos que no quedaba sitio ni a la puerta y les proponía la palabra. Y vinieron trayéndole un paralítico llevado entre cuatro y, como no podían presentárselo, por el gentío, levantaron la techumbre encima de donde él estaba, abrieron un boquete y descolgaron la camilla donde yacía el paralítico. Viendo Jesús la fe que tenían, le dice al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados. Unos escribas, que estaban allí sentados, pensaban para sus adentros: ¿Por qué habla éste así? Blasfema. ¿Quién puede perdonar pecados, sino solo uno, Dios?. Jesús se dio cuenta enseguida de lo que pensaban y les dijo: ¿Por qué pensáis eso? ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: “Tus pecados quedan perdonados”, o decir: “Levántate, coge la camilla y echa a andar”? Pues, para que veáis que el Hijo del hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados –dice al paralítico-: “Te digo: levántate, toma tu camilla y vete a tu casa”. Se levantó, tomó inmediatamente la camilla y salió a la vista de todos. Se quedaron atónitos y daban gloria a Dios diciendo: Nunca hemos visto una cosa igual.
Hebreos 4, 1-5.11; Salmo 77, 3-4bc.6c-8 . Marcos 2, 1-12