Lectura diaria de la Biblia

19 de septiembre 2024 – jueves. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: La salvación entra en el corazón solamente cuando abrimos el corazón en la verdad de nuestros pecados. Ninguno de nosotros irá a hacer el gesto que hizo esta mujer, pero todos nosotros tenemos la posibilidad de llorar, todos nosotros tenemos la posibilidad de abrirnos y decir: Señor, sálvame (18-09-2014)

Un fariseo rogaba a Jesús que fuera a comer con él y, entrando en casa del fariseo, se recostó a la mesa. En esto una mujer de la ciudad, una pecadora, al enterarse de que estaba comiendo en casa del fariseo, vino con un frasco de alabastro lleno de perfume y, colocándose detrás junto a sus pies, llorando, se puso a regarle los pies con sus lágrimas, se los enjugaba con sus cabellos, los cubría de besos y se los ungía con el perfume. Al ver esto, el fariseo que lo había invitado se dijo: si este fuera profeta, sabría quién y qué es esta mujer que lo está tocando, pues es una pecadora. Jesús respondió y le dijo: Simón, tengo algo que decirte. Él respondió: Dímelo, Maestro. Jesús le dijo: Un prestamista tenía dos deudores; uno le debía quinientos denarios y el otro cincuenta. Como no tenían con qué pagar, los perdonó a los dos. ¿Cuál de los dos le mostrará más amor? Simón contestó: Supongo que aquel a quien le perdonó más. Jesús le dijo: Has juzgado rectamente. Y, volviéndose a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves a esta mujer? He entrado en tu casa y no me has dado agua para los pies; ella, en cambio, me ha regado los pies con sus lágrimas y me los ha enjugado con sus cabellos. Tú no me diste el beso de paz; ella, en cambio, desde que entró, no ha dejado de besarme los pies. Tú no me ungiste la cabeza con ungüento; ella, en cambio, me ha ungido los pies con perfume. Por eso te digo: Sus muchos pecados han quedado perdonados porque ha amado mucho; pero al que poco se le perdona, ama poco. Y a ella le dijo: Han quedado perdonados tus pecados. Los demás convidados empezaron a decir entre ellos: ¿Quién es este, que hasta perdona pecados?. Pero él dijo a la mujer: “Tu fe te ha salvado, vete en paz”.

1Corintios 15, 1-11; Salmo 117, 1-2.16-17.28 . Lucas 7, 36-50

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