Lectura diaria de la Biblia
24 de junio 2024 – lunes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.
SOLEMNIDAD DE LA NATIVIDAD DE SAN JUAN BAUTISTA
Papa Francisco: La Iglesia elige para la fiesta de san Juan los días más largos del año; los días que tienen más luz, porque en las tinieblas de aquel tiempo Juan era el hombre de la luz: no de una luz propia, sino de una luz reflejada. Como una luna. Y cuando Jesús comenzó a predicar, la luz de Juan empezó a disiparse, a disminuir, a desvanecerse. Él mismo lo dice con claridad al hablar de su propia misión: “es necesario que Él crezca y yo mengue”. Voz, no palabra; luz, pero no propia, Juan parece ser nadie. He aquí desvelada la vocación del Bautista: Rebajarse. Cuando contemplamos la vida de este hombre tan grande, tan poderoso –todos creían que era el Mesías-, cuando contemplamos como esta vida se rebaja hasta la oscuridad de una cárcel, contemplamos un misterio enorme. (24-06-2013)
A Isabel se le cumplió el tiempo del parto y dio a luz un hijo. Se enteraron sus vecinos y parientes de que el Señor le había hecho una gran misericordia, y se alegraban con ella. A los ocho días vinieron a circuncidar al niño, y querían llamarlo Zacarías, como su padre, pero la madre intervino diciendo: ¡No! Se va a llamar Juan. Y le dijeron: Ninguno de tus parientes se llama así. Entonces preguntaban por señas al padre como quería que se llamase. Él pidió una tablilla y escribió: Juan es su nombre. Y todos se quedaron maravillados. Inmediatamente se le soltó la boca y la lengua, y empezó a hablar bendiciendo a Dios. Los vecinos quedaron sobrecogidos, y se comentaban todos estos hechos por toda la montaña de Judea. Y todos los que los oían reflexionaban diciendo: Pues ¿qué será este niño?. Porque la mano del Señor estaba con él. El niño crecía, y se fortalecía en el espíritu, y vivía en lugares desiertos hasta los días de su manifestación a Israel.
Isaías 49, 1-6; Salmo 138, 1b-3.13-15; Hechos 13, 22-26; . Lucas 1, 57-66.80