Lectura diaria de la Biblia
24 de diciembre 2023 – domingo. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.
Papa Francisco: “Hágase en mí según tu palabra”. Es la última frase de la Virgen en este último domingo de Adviento, y es la invitación a dar un paso concreto hacia la Navidad. Porque si el nacimiento de Jesús no toca nuestra vida –la mía, la tuya, la de todos-, si no toca la vida pasa en vano. En el Ángelus también nosotros diremos ahora: “hágase en mí según tu palabra”: Que la Virgen nos ayude a decirlo con nuestra vida, con la actitud de estos últimos días para prepararnos bien a la Navidad. (20-12-2020)
2Samuel 7, 1-5.8b-12.14a.16: Cuando el rey David se asentó en su casa, y el Señor le hubo dado reposo de todos sus enemigos de alrededor, dijo al profeta Natán: “Mira, yo habito en una casa de cedro, mientras el arca de Dios habita en una tienda”. Natán dijo al rey: “Ve y haz lo que desea tu corazón, pues el Señor está contigo”. Aquella noche vino esta palabra del Señor a Natán: Ve y habla a mi siervo David: “Así dice el Señor: ¿Tú me vas a construir una casa para morada mía? Yo te tomé del pastizal, de andar tras el rebaño, para que fueras jefe de mi pueblo Israel. He estado a tu lado par donde quiera que has ido, he suprimido a todos tus enemigos ante ti y te he hecho tan famoso como los grandes de la tierra. Dispondré un lugar para mi pueblo Israel y lo plantaré para que resida en él sin que lo inquieten, ni le hagan más daño los malvados, como antaño, cuando nombraba jueces sobre mi pueblo Israel. A ti te he dado reposo de todos tus enemigos. Pues bien, el Señor te anuncia que te va a edificar una casa. En efecto, cuando se cumplan tus días y reposes con tus padres, yo suscitaré descendencia tuya después de ti. Al que salga de tus entrañas le afirmaré su reino. Yo seré para él padre, y él será para mí un hijo. Tu casa y tu reino se mantendrán siempre firme ante mí, tu trono durará para siempre.
Salmo 88, 2-5.27.29: Cantaré eternamente tu misericordia Señor.
Romanos 16, 25-27: Al que puede consolidaros según mi evangelio y el mensaje de Jesucristo que proclamo, conforme a la revelación del misterio mantenido en secreto durante los siglos eternos y manifestado ahora mediante las Escrituras proféticas, dado a conocer según disposición del Dios eterno, para que todas las gentes llegaran a la obediencia de la fe; a Dios, único y sabio, por Jesucristo, la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Lucas 1, 26-38: El ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David: el nombre de la virgen era María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo. Ella se turbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquel. El ángel le dijo: No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. Y María le dijo al ángel: ¿Cómo será eso, pues no conozco varón?. El ángel le contestó: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer será llamado Hijo de Dios. También tu pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, “porque para Dios nada hay imposible”. María contestó: He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra. Y el ángel se retiró.