Lectura diaria de la Biblia

25 de junio 2023 – domingo. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: El pasaje de hoy forma parte del discurso misionero con el que el Maestro prepara a los Apóstoles para la primera experiencia de proclamar el Reino de Dios. Jesús les exhorta con insistencia a “no tener miedo”. El miedo es uno de los enemigos peores de nuestra vida cristiana, y Jesús exhorta: “No tengáis miedo”, “no tengáis miedo”. (21-06-2020)

Jeremías 20, 10-13: Dijo Jeremías: “Oía la acusación de la gente”: Pavor–en-torno, delatadlo, vamos a delatadlo. Mis amigos acechaban mis traspiés. “A ver si engañado lo sometemos, y podemos vengarnos de él”. Pero el Señor es mi fuerte defensor: me persiguen, pero tropiezan impotentes. Acabarán avergonzados de su fracaso, con sonrojo eterno que no se olvidará. El Señor del Universo, que examinas al honrado y sondeas las entrañas y el corazón, ¡que yo vea tu venganza sobre ellos, pues te he encomendado mi causa! Cantad al Señor, alabad al Señor, que libera la vida del pobre de las manos de la gente perversa.

Salmo 68, 8-10.14.17.33-35: Señor, que me escuche tu gran bondad.

Romanos 5, 12-15: Hermanos: Lo mismo que por un hombre entró el pecado en el mundo y por el pecado la muerte, y así la muerte se propagó a todos los hombres porque todos pecaron… Pues, hasta que llegó la ley había pecado en el mundo, pero el pecado no se imputaba porque no había ley. Pese a todo, la muerte reinó desde Adán hasta Moisés, incluso sobre los que no habían pecado con una transgresión como el de Adán, que era figura del que tenía que venir. Sin embargo, no hay proporción entre el delito y el don: si por el delito de uno solo murieron todos, con mayor razón la gracia de Dios, y el don otorgado en virtud  de un hombre, Jesucristo, que se ha desbordado sobre todos.

Mateo 10, 26–33: Dijo Jesús a sus apóstoles: No tengáis miedo a los hombres, porque nada hay encubierto que no llegue a descubrirse; ni nada hay escondido que no llegue a saberse. Lo que os digo en la oscuridad, decidlo a la luz, y lo que os digo al oído pregonadlo desde la azotea. No tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. No; temed al que puede llevar a la perdición alma y cuerpo en la gehenna. ¿No se venden un par de gorriones por un céntimo? Y, sin embargo, ni uno solo cae al suelo sin que lo disponga vuestro Padre. Pues vosotros hasta los cabellos de la cabeza tenéis contados. Por eso, no tengáis miedo: valéis más vosotros que muchos gorriones. A quien se declare por mí ante los hombres, yo también me declararé por él ante mi Padre que está en los cielos. Y si uno me niega ante los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre que está en los cielos.

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