Lectura diaria de la Biblia

11 de junio 2023 – domingo. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

SOLEMNIDAD DEL SANTÍSIMO CUERPO Y SANGRE DE CRISTO

Papa Francisco: Partir el pan. Es el gesto eucarístico por excelencia, el gesto que identifica nuestra fe, el lugar de nuestro encuentro con el Señor que se ofrece para hacernos renacer a una vida nueva. También este gesto es sorprendente. Hasta ese momento se inmolaban corderos y se ofrecían en sacrificio a Dios, ahora es Jesús el que se hace cordero y se inmola para darnos la vida. En la Eucaristía contemplamos y adoramos al Dios del amor. Es el Señor, que no quebranta a nadie, sino que se parte así mismo. Es el Señor, que no exige sacrificios, sino que se sacrifica Él mismo. Es el Señor, que no pide nada sino que entrega todo. Para celebrar y vivir la Eucaristía, también nosotros estamos llamados a vivir este amor. Porque no puedes partir el pan del domingo si tu corazón está cerrado a los hermanos. No puedes comer de este pan si no compartes los sufrimientos del que está pasando necesidad. Al final de todo, incluso de nuestras solemnes liturgias eucarísticas, solo quedará el amor. Y ya desde ahora nuestras eucaristías transforman el mundo en la medida en que nosotros nos dejamos transformar y nos convertimos en pan partido para los demás. (6-6-2021)

Deuteronomio 8, 2-3.14b-16a: Habló Moisés al pueblo diciendo: Recuerda todo el camino que el Señor tu Dios te ha hecho recorrer estos cuarenta años por el desierto, para afligirte, para probarte y conocer lo que hay en tu corazón: Si observas sus preceptos o no. Él te afligió haciéndote pasar hambre y después te alimentó con el maná -que tú no conocías ni conocieron tus padres- para hacerte reconocer que no sólo de pan vive el hombre, sino que vive de todo cuanto sale de la boca de Dios. No olvides al Señor tu Dios que te sacó de la tierra de Egipto, de la casa de esclavitud, que te hizo recorrer aquel desierto inmenso y terrible, con serpientes abrasadoras y alacranes, un sequedal sin una gota de agua, que sacó agua para ti de una roca de pedernal; que te alimentó en el desierto con un maná que no conocían tus padres.

Salmo 147, 12-15.19-20: Glorifica al Señor, Jerusalén.

1Corintios 10, 16-17: Hermanos: El cáliz de la bendición que bendecimos,  ¿no es comunión de la sangre de Cristo? Y el pan que partimos, ¿no es comunión del cuerpo de Cristo? Porque el pan es uno, nosotros, siendo  muchos, formamos un solo cuerpo, pues todos comemos del mismo pan.

JUAN 6, 51-58: Dijo Jesús: Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo: el que coma de este pan vivirá siempre. Y el pan que yo daré es mi carne por la vida del mundo. Disputaban los judíos entre sí: ¿Cómo puede este darnos a comer su carne?. Entonces Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él. Como el Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre, así, del mismo modo, el que me come vivirá por mí. Este es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron. El que come este pan vivirá para siempre.

Los comentarios están cerrados