Lectura diaria de la Biblia
6 de enero 2022 – jueves. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.
SOLEMNIDAD DE LA EPIFANÍA DEL SEÑOR
Papa Francisco: En el día de hoy debemos sentir de cerca a los Magos, ellos tenían el corazón abierto al horizonte: Vieron la estrella porque se habían puesto en el camino (San Juan Crisóstomo). Su ejemplo nos anima a contemplar la estrella y a no conformarnos, sino a dejarnos fascinar por su bondad y la verdad. Ellos reflejan la imagen de todos los que no dejamos de levantar la mirada hacia el firmamento, poniendo en nuestro camino a nuestro Dios, Rey del Universo.
Isaías 60, 1-6: ¡Levántate, y resplandece, Jerusalén, porque llega tu luz; la gloria del Señor amanece sobre ti!
Salmo 71, 1-2.7-13: Se postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra.
Efesios 3, 2-3a.5-6: Hermanos: Habéis oído hablar de la distribución de la gracia de Dios que se me ha dado en favor de vosotros, los gentiles.
Mateo 2, 1-12: Habiendo nacido Jesús en Belén de Judea en tiempo del rey Herodes, unos Magos de Oriente se presentaron en Jerusalén preguntando: ¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir una estrella y venimos a adorarlo. Al enterarse el rey Herodes, se sobresaltó y todo Jerusalén con él; convocó a los sumos sacerdotes y a los escribas del país, y les preguntó dónde tenía que nacer el Mesías. Ellos le contestaron: En Belén de Judea, porque así lo ha escrito el profeta: “Y tú, Belén, tierra de Judea, no eres ni mucho menos la última de las poblaciones de Judá; pues de ti saldrá un jefe que pastoreará a mi pueblo Israel”. Entonces Herodes llamó en secreto a los magos para que le precisaran el tiempo en que había aparecido la estrella, y los mandó a Belén diciéndoles: Id y averiguad cuidadosamente qué hay del niño y, cuando lo encontréis, avisadme, para ir yo también a adorarlo. Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y, de pronto, la estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño. Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con María su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra. Y habiendo recibido en sueños un oráculo, para que no volvieran a Herodes, se retiraron a su tierra por otro camino.