Lectura diaria de la Biblia
8 de julio 2021 – jueves. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.
Papa Francisco: La obra salvífica de Cristo no termina con su persona y en el arco de su vida terrena; prosigue mediante la Iglesia, sacramento del amor y de la ternura de Dios con los hombres. Jesús confiere a sus discípulos en su misión un doble mandato: anunciar el Evangelio de la salvación y curar a los enfermos (cf. Mateo 10, 7-8). Pobres y enfermos tendréis siempre con vosotros, advierte Jesús (cf. Mateo 26, 11), y la Iglesia los encuentra continuamente en su camino, considerando a las personas enfermas como una vía privilegiada para encontrar a Cristo, acogerlo y servirlo. Curar a un enfermo, acogerlo, servirlo, es servir a Cristo: el enfermo es la carne de Cristo. Por lo tanto, cada uno de nosotros está llamado a llevarla luz de la Palabra de Dios y la fuerza de la gracia a quienes sufren y a cuantos los asisten, familiares, médicos y enfermeros, para que el servicio al enfermo se preste cada vez con más humanidad, entrega generosa, amor evangélico y ternura (8-2-2015).
Dijo Jesús a sus apóstoles: Id y proclamad que ha llegado el reino de los cielos. Curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, arrojad demonios. Gratis habéis recibido, dad gratis. No os procuréis en la faja oro, plata ni cobre; ni tampoco alforjas para el camino, ni dos túnicas, ni sandalias, ni bastón; bien merece el obrero su sustento. Cuando entréis en una ciudad o aldea, averiguad quién hay allí de confianza y quedaos en su casa hasta que os vayáis. Al entrar en una casa, saludadla con la paz; si la casa se lo merece, vuestra paz vendrá a ella. Si no se lo merece, la paz volverá a vosotros. Si alguno no os recibe o no escucha vuestras palabras, al salir de su casa o de la ciudad, sacudid el polvo de los pies. En verdad os digo que el día del juicio le será más llevadero a Sodoma y Gomorra que a aquella ciudad.
Génesis 44, 18-21.23b-29; 45, 1-5; Salmo 104, 16-21 . Mateo 10, 7-15