Lectura diaria de la Biblia
26 de junio 2021 – sábado. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.
Papa Francisco: Dios trabaja, sigue trabajando y nosotros podemos preguntarnos cómo debemos responder a esta creación de Dios, que nace del amor porque él trabaja por amor. Así, a la creación debemos responder con la responsabilidad que el Señor nos da: la tierra es vuestra, llevadla adelante, hacedla crecer. Por eso, también para nosotros está la responsabilidad de hacer crecer la tierra, de hacer crecer la creación, de custodiarla y hacerla crecer según sus leyes: somos señores de la creación, no dueños. Y no debemos adueñarnos de la creación, sino llevarla adelante, fiel a sus leyes. Precisamente esta es la primera respuesta al trabajo de Dios: trabajar para custodiar la creación, para hacerla fructificar (9-2-2015).
Al entrar Jesús en Cafarnaún, un centurión se le acercó rogándole: Señor, tengo en casa un criado que está en cama paralítico y sufre mucho. Le contestó: Voy yo a curarlo. Pero el centurión le replicó: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo. Basta que lo digas de palabra, y mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes; y le digo a uno: “Ve” y va; al otro: “Ven”, y viene; a mi criado: “Haz esto”, y lo hace. Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían: En verdad os digo que en Israel no he encontrado en nadie tanta fe. Os digo que vendrán muchos de oriente y occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de los cielos; en cambio, a los hijos del reino los echarán fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes. Y dijo Jesús al centurión: Vete; que te suceda según has creído. Y en aquel momento se puso bueno el criado. Al llegar Jesús a casa de Pedro, vio a su suegra en cama con fiebre; le tocó su mano, y se le pasó la fiebre; se levantó y se puso a servirles. Al anochecer, le llevaron muchos endemoniados; él, con su palabra, expulsó a los espíritus y curó a todos los enfermos, para que se cumpliera lo dicho por el profeta Isaías: Él tomó nuestras dolencias y cargó con nuestras enfermedades.
Génesis 18, 1-15; Salmo: Lucas 1, 46b-50.53-55 . Mateo 8, 5-17