Lectura diaria de la Biblia
16 de junio 2021 – miércoles. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.
Papa Francisco: Los hipócritas presumen al hacer ayuno, al dar limosna, al rezar: Cuando la hipocresía llega a este punto, estamos bastante cerca del pecado contra el Espíritu Santo. Estos no saben de belleza, no saben de amor, no saben de verdad; son pequeños, viles. La hipocresía en la Iglesia, ¡cuánto mal nos hace a todos¡ Todos nosotros tenemos la posibilidad de convertirnos en hipócritas. Por ello os invito a pensar en Jesús, que nos habla de rezar en lo secreto, perfumar la cabeza el día del ayuno y no tocar la trompeta cuando hacemos una obra buena. En la oración humilde, hayamos la imagen tan bella del publicano: “Ten piedad de mí, Señor, que soy un pecador”. Y esta es la oración que nosotros debemos hacer todos los días, con la conciencia de que somos pecadores, con pecados concretos, no teóricos (19-6-2013).
Dijo Jesús a sus discípulos: Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos, de lo contrario, no tenéis recompensa de vuestro Padre celestial. Por tanto, cuando hagas limosna, no mandes tocar la trompeta ante ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles para ser honrados por la gente; en verdad os digo que ya han recibido su recompensa. Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo recompensará. Cuando oréis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vean los hombres. En verdad os digo que ya han recibido su recompensa. Tú, en cambio, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo recompensará. Cuando ayunéis, no pongáis cara triste como los hipócritas, que desfiguran su rostro para hacer ver a los hombres que ayunan. En verdad os digo que ya han recibido su paga. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no los hombres, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará.
2Corintios 9, 6-11; Salmo 111, 1b-4.9 . Mateo 6, 1-6.16-18