Lectura diaria de la Biblia
29 de mayo 2021 – sábado. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.
Papa Francisco: En el episodio de la expulsión de los vendedores del templo, Jesús hizo un látigo con cuerdas, los echó a todos del templo, con ovejas y bueyes, el dinero, todo. Tal gesto suscitó una fuerte impresión en la gente y en los discípulos. Aparece claramente como un gesto profético, tanto que alguno de los presentes le preguntaron a Jesús: “¿Qué signo nos muestras para obrar así?”, ¿quién eres para hacer estas casas? Muéstranos una señal de que tienes realmente autoridad para hacerlas. Buscaban una señal divina, prodigiosa, que acreditara a Jesús como enviado de Dios. Y él les respondió: “Destruid este templo y en tres días lo levantaré”. Ellos no comprendieron que el Señor se refería al templo vivo de su cuerpo, que sería destruido con la muerte en la cruz, pero que resucitaría al tercer día. Este gesto de Jesús y su mensaje profético se comprenden plenamente a la luz de su Pascua. Según el evangelista Juan, este es el primer anuncio de la muerte y resurrección de Cristo: su cuerpo, destruido en la cruz por la violencia del pecado, se convertirá con la Resurrección en lugar de la cita universal entre Dios y los hombres. Por eso su humanidad es el verdadero templo en el que Dios se revela, habla, se lo puede encontrar; y los verdaderos adoradores de Dios no son los custodios del templo material, los detentadores del poder o del saber religioso, sino los que adoran a Dios “en espíritu y verdad” (Jn 4, 23) (8-3-2015).
Jesús y sus discípulos volvieron a Jerusalén y, mientras paseaba por el templo, se le acercaron los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos y le decían: “¿Con qué autoridad haces esto? ¿Quién te ha dado semejante autoridad para hacer esto? (echar a los vendedores del templo)”. Jesús les replicó: “Os voy a hacer una pregunta y, si me contestáis, os diré con qué autoridad hago esto: El bautismo de Juan ¿era del cielo o de los hombres? Contestadme”. Se pusieron a deliberar: Si decimos que es del cielo, dirá: “¿Y por qué no le habéis creído?”. ¿Pero cómo vamos a decir que es de los hombres?”. (Temían a la gente, porque todo el mundo estaba convencido de que Juan era un profeta). Y respondieron a Jesús: “No sabemos”. Jesús les replicó: “Pues tampoco yo os digo con qué autoridad hago esto”.
Eclesiástico 51, 12-20; Salmo 18, 8.9.10.11 . Marcos 11, 27-33