Lectura diaria de la Biblia

7 de Julio 2009 – Martes

 

Mateo 9,32-38

En aquel tiempo, presentaron a Jesús un endemoniado mudo. Echó al demonio y el mudo habló. La gente decía admirada: Nunca se ha visto en Israel cosa igual. En cambio, los fariseos decían: Este echa los demonios con el poder del jefe de los demonios. Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas, anunciando el evangelio del reino y curando todas las enfermedades y todas las dolencias. Al ver a la gente, se compadecía de ellas porque estaban extenuadas y abandonadas, como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos: La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; rogad, pues al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies.  

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