Lectura diaria de la Biblia
6 de enero 2021 – miércoles. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.
SOLEMNIDAD DE LA EPIFANÍA DEL SEÑOR
Papa Francisco: Hoy es la fiesta de la manifestación de Jesús, simbolizada por la luz: ¡Levántate y resplandece, Jerusalén, porque llega tu luz; la gloria del Señor amanece sobre ti! (Isaías 60, 1). Los Magos, venidos de Oriente, representan a todos los pueblos lejanos de la fe judía tradicional: se dejan guiar por la estrella y se enfrentan a un largo y arriesgado viaje; se postran ante Jesús y le ofrecen regalos simbólicos: oro, incienso y mirra; la búsqueda del Señor implica también la generosidad del corazón (6-1-2019).
Isaías 60, 1-6: ¡Levántate y resplandece, Jerusalén, porque llega tu luz; la gloria del Señor amanece sobre ti!
Salmo 71, 1-2.7-13: Se postrarán ante ti, Señor, todos los reyes de la tierra.
Efesios 3, 2-3a.5-6: Hermanos: habéis oído hablar de la distribución de la gracia de Dios que se me ha dado en favor de vosotros, los gentiles.
Mateo 2, 1-12: Habiendo nacido Jesús en Belén de Judea en tiempos del rey Herodes, unos Magos de Oriente se presentaron en Jerusalén preguntando: ¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir su estrella y venimos a adorarlo. Al enterarse el rey Herodes, se sobresaltó y todo Jerusalén con él; convocó a los sumos sacerdotes y a los escribas del país, y les preguntó dónde tenía que nacer el Mesías. Ellos le contestaron: En Belén de Judea, porque así lo ha escrito el profeta: “Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres ni mucho menos la última de las poblaciones de Judá; pues de ti saldrá un jefe que pastoreará a mi pueblo Israel”. Entonces Herodes llamó en secreto a los magos para que le precisaran el tiempo en que había aparecido la estrella, y los mandó a Belén diciéndoles: Id y averiguad cuidadosamente qué hay del niño y, cuando lo encontréis, avisadme, para ir yo también a adorarlo. Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y, de pronto, la estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño. Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra. Y habiendo recibido en sueños un oráculo, para que no volvieran a Herodes, se retiraron a su tierra por otro camino.