Lectura diaria de la Biblia

29 de agosto 2020 – sábado. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Juan termina su vida bajo la autoridad de un rey mediocre, ebrio y corrupto, por el capricho de una bailarina y el odio vengativo de una adúltera. Cuando leo este pasaje, me conmuevo. Pienso en dos cosas: 1. Primero, pienso en nuestros mártires, en los mártires de nuestros días, esos hombre, mujeres y niños que son perseguidos, odiados, torturados, masacrados, bajo la autoridad corrupta de gente que odia a Jesucristo. 2. Yo también moriré. También nosotros, lo queramos o no, vamos por el camino del abajamiento existencial de la vida. Y esto impulsa a rezar para que este abajamiento se asemeje lo más posible al de Jesucristo (6-2-2015).

Herodes había mandado prender a Juan y lo había metido en la cárcel encadenado. El motivo era que Herodes se había casado con Herodías, mujer de su hermano Filipo, y Juan le decía que no le era lícito tener la mujer de su hermano. Herodías aborrecía a Juan y quería matarlo pero no podía, porque Herodes respetaba a Juan sabiendo que era un hombre justo y santo, y lo defendía. Al escucharlo quedaba muy perplejo, porque lo oía con gusto. La ocasión llegó cuando Herodes, por su cumpleaños, dio un banquete a sus magnates, a sus oficiales y a la gente principal de Galilea. La hija de Herodías entró y danzó, gustando mucho a Herodes y a los convidados. El rey le dijo a la joven: Pídeme lo que quieras, que te lo daré. Y le juró: Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino. Ella salió a preguntarle a su madre: ¿Qué le pido?. La madre le contestó: La cabeza de Juan, el Bautista. Entró ella enseguida, a toda prisa, se acercó al rey y le pidió: Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista. El rey se puso muy triste; pero, por el juramento y los convidados, no quiso desairarla. Enseguida le mandó a uno de su guardia que trajese la cabeza de Juan. Fue, lo decapitó en la cárcel, trajo la cabeza en una bandeja y se la entregó a la joven; la joven se la entregó a su madre. Al enterarse sus discípulos, fueron a recoger el cadáver y lo pusieron en un sepulcro.

Jeremías 1, 17-19; Salmo 70, 1-6.15.17 . Marcos 6, 17-29

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