Lectura diaria de la Biblia
3 de agosto 2020 – lunes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.
Papa Francisco: Después de la multiplicación de los panes, la gente se había puesto a buscar a Jesús y finalmente lo encuentra en Cafarnaún. Me buscáis no porque habéis visto signos, sino porque comisteis pan hasta saciaros (Jn 6, 26). En realidad, esas personas lo siguen por el pan material que en el día anterior habían saciado su hambre, cuando Jesús había realizado la multiplicación de los panes; no habían comprendido que ese pan, era la expresión del amor de Jesús. Dan más más valor al pan que a su donador. Ante esta ceguera, Jesús enseña que Dios es el don y el donado (2-8-2015).
Jesús subió al monte a solas para orar. Llegada la noche, estaba allí solo. Mientras tanto, la barca iba ya muy lejos de tierra, sacudida por las olas, porque el viento era contrario. A la cuarta vela de la noche (tres de la madrugada) se les acercó Jesús, andando sobre el mar. Los discípulos, viéndole andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, diciendo que era un fantasma. Jesús les dijo enseguida: ¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo! Pedro le contestó: Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti sobre el agua. Él le dijo: Ven. Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua, acercándose a Jesús; pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó: Señor, sálvame. Enseguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué has dudado?. En cuanto subieron a la barca amainó el viento. Los de la barca se postraron ante él, diciendo: Realmente eres Hijo de Dios. Terminada la travesía, llegaron a tierra en Genesaret. Y los hombres de aquel lugar, apenas lo reconocieron, pregonaron la noticia por toda aquella comarca y le trajeron a todos los enfermos. Le pedían tocar siquiera la orla de su manto. Y cuantos la tocaban quedaban curados.
Jeremías 28, 1-17; Salmo 118, 29.43.79.80.95.102 . Mateo 14, 23b-36