Lectura diaria de la Biblia
27 de mayo 2020 – miércoles. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.
Papa Francisco: Ante la solemnidad de Pentecostés, veamos hoy la relación que existe entre el Espíritu Santo y la esperanza. El Espíritu Santo sopla y mueve la Iglesia. Así como la Escritura relaciona la esperanza con un ancla, que asegura el barco en medio del oleaje, también podemos compararla con una vela que recoge ese viento del Espíritu para que empuje nuestra nave. Cuando decimos: “Dios de la esperanza” no es solo que Dios es algo que deseamos alcanzar en la vida eterna, sino que Dios es quien nos colma hoy, y en cualquier lugar, de su alegría y de su paz. Hermanos, estemos seguros de que nuestra esperanza no quedará defraudada, porque el Espíritu ha derramado el amor de Dios en nuestros corazones y da testimonio de que somos sus hijos. Llenos de confianza, seremos capaces de afrontar cualquier tribulación y de ser sembradores de esperanza entre nuestros hermanos (31-5-2017).
Levantando los ojos al cielo, oró Jesús diciendo: “Padre santo, guárdalos en tu nombre, a los que me has dado, para que sean uno, como nosotros. Cuando estaba con ellos, yo guardaba en tu nombre a los que me diste, y los custodiaba, y ninguno se perdió, sino el hijo de la perdición, para que se cumpliera la escritura. Ahora voy a ti, y digo esto en el mundo para que tengan en sí mismos mi alegría cumplida. Yo les he dado tu palabra, y el mundo los ha odiado porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No ruego que los retires del mundo, sino que los guardes del maligno. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Santifícalos en la verdad: tu palabra es verdad. Como tú me enviaste al mundo, así yo los envío también al mundo. Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad”.
Hechos 20, 28-38; Salmo 67, 29-30.33-35a.35bc.36d . Juan 17, 11b-19