Lectura diaria de la Biblia
24 de marzo 2020 – martes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.
Papa Francisco: Betesda era una piscina con cinco pórticos bajo los cuales yacía un gran número de enfermos. De vez en cuando bajaba del cielo un ángel a mover las aguas y los primeros que entraban en el aguan se sanaban. Entre ellos, un paralítico que estaba allí desde hacía treinta y ocho años. Y Jesús le dijo: “¿Quieres quedar sano?” ¡Qué bonito es que Jesús diga al paralítico y también a los hombres de nuestro tiempo: ¿Quieres ser feliz? ¿Quieres mejorar tu vida?. Los otros enfermos abrían dicho: “¡Sí, Señor, sí!”. Él responde: “Señor, no tengo a nadie que me sumerja…”. Estaba enfermo de la pereza, había perdido la memoria de la alegría. Se ve el resentimiento, la amargura de ese corazón. Pero Jesús lo mira y le dice: levántate, toma tu camilla y echa a andar. A nosotros Jesús hoy nos dice: Levántate, toma tu vida como es y ve adelante. –“Pero, Señor, no es el último modelo…” – “¡Con esa camilla fea, quizá, pero ve a adelante! Es tu vida, es tu alegría” (28-3-2017).
Se celebraba una fiesta de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Hay en Jerusalén, junto a la puerta de las ovejas, una piscina que llaman en hebreo Betesda. Ésta tiene cinco soportales, y allí estaban echados muchos enfermos, ciegos, cojos, paralíticos. Estaba también allí un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo. Jesús, al verlo echado, y sabiendo que ya llevaba mucho tiempo, le dice: ¿Quieres quedar sano?. El enfermo le contestó: Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se remueve el agua; para cuando llego yo, otro se me ha adelantado. Jesús le dice: Levántate, toma tu camilla y echa a andar. Y al momento el hombre quedó sano, tomó su camilla y echó a andar. Aquel día era sábado, y los judíos dijeron al hombre que había quedado sano: Hoy es sábado y no se puede llevar la camilla. Él les contestó: El que me ha curado es el que me ha dicho: Toma tu camilla y echa a andar. Ellos le preguntaron: ¿Quién es el que te ha dicho que tomes la camilla y eches a andar?. Pero el que había quedado sano no sabía quién era, porque Jesús a causa del gentío que había en aquel sitio, se había alejado. Más tarde lo encuentra Jesús en el templo y le dice: Mira, has quedado sano; no peques más, no sea que te ocurra algo peor. Se marchó aquel hombre y dijo a los judíos que era Jesús quien lo había sanado. Por esto los judíos perseguían a Jesús, porque hacía tales cosas en sábado.
Ezequiel 47, 1-9.12; Salmo 45, 2-3.5-6.8-9 . Lucas 6, 36-38