Lectura diaria de la Biblia
7 de febrero 2020 – viernes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.
Papa Francisco: Juan es el precursor: con el martirio fue precursor de la vida y de la muerte de Jesucristo. Bajo la autoridad de un rey mediocre, ebrio y corrupto, termina la vida el hombre más grande nacido de mujer. Cuando leo este pasaje, me conmuevo. Yo también moriré. Todos nosotros moriremos. Nadie tiene la vida “comprada”. Vamos por el camino del abajamiento existencial de la vida. Invito a rezar para que este abajamiento se asemeje lo más posible al de Jesucristo (6-2-2015).
Herodes había mandado prender a Juan el Bautista y lo había metido en la cárcel, encadenado. El motivo era que Herodes se había casado con Herodías, mujer de su hermano Filipo, y Juan le decía que no le era lícito tener la mujer de su hermano. Herodías aborrecía a Juan y quería matarlo, pero no podía, porque Herodes respetaba a Juan. La ocasión llegó cuando Herodes, por su cumpleaños, dio un banquete a sus magnates, a sus oficiales y a la gente principal de Galilea. La hija de Herodías entró y danzó, gustando mucho a Herodes y a los convidados. El rey le dijo a la joven: Pídeme lo que quieras, que te lo daré. Y le juró: Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino. Ella salió a preguntarle a su madre: ¿Qué le pido?. La madre le contestó: La cabeza de Juan el Bautista. Entró ella enseguida, a toda prisa, se acercó al rey y le pidió: Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista. El rey se puso muy triste; pero por el juramento y los convidados no quiso desairarla. Enseguida le mandó a uno de su guardia que trajese la cabeza de Juan. Fue, lo decapitó en la cárcel, trajo la cabeza en una bandeja y se la entregó a la joven; la joven se la entregó a su madre. Al enterarse sus discípulos, fueron a recoger el cadáver y lo pusieron en un sepulcro.
Eclesiástico 47, 2-11; Salmo 17, 31.47.50.51 . Marcos 6, 17-20a.21-29