Lectura diaria de la Biblia
1 de enero 2020 – miércoles. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.
SOLEMNIDAD DE SANTA MARÍA, MADRE DE DIOS.
Papa Francisco: Hoy, octavo día después de Navidad, celebramos a la Santa Madre de Dios. Hoy Nuestra Señora nos bendice a todos en este año que comienza, y que será bueno, precisamente en la medida en la que cada uno haya recibido la bondad de Dios que Jesús vino a traer al mundo. Dios se reveló en el rostro de un hombre, Jesús, nacido de una mujer. Él es la Bendición para cada persona y para toda la familia humana. Él Jesús, es fuente de gracia, misericordia y paz. Por eso, el santo Papa Pablo VI quiso que el primero de enero fuera la jornada mundial de la Paz (1-1-2019).
Números 6, 22-27: El Señor habló a Moisés: Di a Arón y a sus hijos, esta es la fórmula con la que bendeciréis a los hijos de Israel: “El Señor te bendiga y te proteja, ilumine tu rostro sobre ti y te conceda su favor. El Señor te muestre su rostro y te conceda la paz”. Así invocarán mi nombre sobre los israelitas y yo los bendeciré.
Salmo 66, 2-8: El Señor tenga piedad y nos bendiga.
Gálatas 4, 4-7: Cuando llegó la plenitud del tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a los que estaban bajo la ley, para que recibiéramos la adopción filial. Como sois hijos, Dios envió a nuestros corazones al Espíritu de su Hijo que clama: ¡“Abba”, Padre!. Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si eres hijo, eres también heredero por voluntad de Dios.
Lucas 2, 16-21: Los pastores fueron corriendo hacia Belén y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que se les había dicho de aquel niño. Todos los que lo oían se admiraban de lo que les habían dicho los pastores. María, por su parte, conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. Y se volvieron los pastores dando gloria y alabanza a Dios por todo lo que habían oído y visto, conforme a lo que se les había dicho. Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidar al niño, le pusieron por nombre Jesús, como lo había llamado el ángel antes de su concepción.