Lectura diaria de la Biblia
6 de octubre 2019 – domingo. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.
Papa Francisco: La Palabra de Dios nos presenta hoy dos aspectos esenciales de la vida cristiana: la fe y el servicio. 1. Dios invita a esperar con paciencia, sin perder nunca la esperanza; sobre todo, subraya la importancia de la fe. Porque el hombre vivirá por su fe. Así actúa Dios también con nosotros: no favorece nuestros deseos de cambiar el mundo y a los demás de manera inmediata y continuamente, sino que busca ante todo curar el corazón, mi corazón, tu corazón, el corazón de cada uno; Dios cambia el mundo cambiando nuestros corazones, y esto no puede hacerlo sin nosotros. El Señor quiere que le abramos la puerta del corazón para poder entrar en nuestra vida. Esta apertura a Él, esta confianza en Él es precisamente lo que ha vencido al mundo: nuestra fe. Porque cuando Dios encuentra un corazón abierto y confiado, allí puede hacer sus maravillas. Pero tener fe, una fe viva, no es fácil, y de ahí la petición que los Apóstoles dirigen al Señor en el Evangelio: Auméntanos la fe. Es una hermosa súplica, una petición que también nosotros podíamos dirigir a Dios cada día. Pero la respuesta divina es sorprendente, y también en este caso da la vuelta a la petición: si tuvierais fe… Es Él quien nos pide a nosotros que tengamos fe. Porque la fe, que es un don de Dios y hay que pedirla siempre, también requiere que nosotros la cultivemos. Una fe concebida para satisfacer nuestras necesidades sería una fe egoísta, totalmente centrada en nosotros mismos. 2. En el Evangelio, en efecto, el Señor pone las palabras en el servicio después de las referidas al poder de la fe. Fe y servicio no se pueden separar, es más, están estrechamente unidas, enlazadas entre ellas. La vida cristiana hay que tejerla cada día pacientemente, entrelazando la trama de la fe y la urdimbre del servicio. Cuando a la fe se enlaza el servicio, el corazón se mantiene abierto y joven, y se ensancha para hacer el bien. Entonces la fe se hace fuerte y realiza maravillas. Si avanza por este camino, entonces madura y se fortalece, a condición de que permanezca siempre unida al servicio (2-10-2016). Octubre es el mes del rosario, y en este primer domingo es tradición recitar la Súplica a la Virgen de Pompeya, la Bienaventurada Virgen María del Santo Rosario. Nos unimos espiritualmente a este acto de confianza a nuestra Madre, y recibamos de sus manos el rosario: el Rosario es una escuela de oración, el rosario es una escuela de fe (6-10-2017).
Habacuc 1, 2-3; 2, 2-4: ¿Hasta cuándo, Señor, pediré auxilio sin que me oigas, te gritaré: ¡Violencia!, sin que me salves? ¿Por qué me haces ver crímenes y contemplar opresiones? ¿Por qué me haces ver destrucción y violencia y surgen disputas y se alzan contiendas?. Me respondió el Señor: Escribe la visión y grábala en tablillas, que se lea de corrido; pues la visión tiene un plazo, pero llegará a su término sin defraudar. Si se retrasa, espera en ella, pues llegara y no tardará. Mira, el altanero no triunfará, pero el justo por su fe vivirá.
Salmo 94, 1-2.6-9: Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: No endurezcáis vuestro corazón.
2Timoteo 1, 6- 8.13-14: Querido hermano: Te recuerdo que reavives el don de Dios que hay en ti por la imposición de mis manos; porque Dios no nos ha dado un espíritu de cobardía, sino de fortaleza, de amor y de templanza. Así pues, no te avergüences del testimonio de nuestro Señor ni de mí, su prisionero; antes bien, toma parte en los padecimientos por el evangelio, según las fuerza de Dios. Ten por modelo las palabras sanas que has oído de mí en la fe y el amor que tiene su fundamente en Cristo Jesús. Vela por el precioso depósito con la ayuda del Espíritu Santo que habita en nosotros.
Lucas 17, 5-10: Los apóstoles dijeron al Señor: Auméntanos la fe. El Señor dijo: Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera: “Arráncate de raíz y plántate en el mar”, y os obedecería. ¿Quién de vosotros, si tiene un criado labrando o pastoreando, le dice cuando vuelve del campo: “Enseguida, ven y ponte a la mesa?” ¿No le diréis más bien: “Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo; y después comerás y beberás tú?” ¿Acaso tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo vosotros: cuando hayáis hecho todo lo que se os ha mandado, decid: “Somos siervos inútiles, hemos hecho lo que teníamos que hacer”.