Lectura diaria de la Biblia
31 de mayo 2019 – viernes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.
FIESTA DE LA VISITACIÓN DE LA VIRGEN MARÍA
Papa Francisco: Asombra esta joven que va deprisa por aquel camino, donde seguramente había bandidos, pero era valiente. Se levanta y va, mostrando toda su valentía de mujer. Si nosotros aprendiésemos esto –servicio e ir al encuentro de los demás, no rechazar los encuentros-, si nosotros aprendiésemos esto, ¡cuánto cambiaría el mundo! Dos cosas solamente, servir y encontrarse, y experimentaremos la alegría, esta alegría grande de la presencia de Dios en medio de nosotros (31-5-2016).
María se levantó y se puso en camino deprisa hacia la montaña, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Aconteció que, en cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel de Espíritu Santo y, levantando la voz exclamó: ¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? Pues, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. ¡Bienaventurada la que ha creído, porque lo que le ha dicho el Señor se cumplirá!. María dijo: Proclama mi alma la grandeza del Señor, “se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humildad de su esclava”. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes en mí: “su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación”. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, “derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia” -como lo había prometido a nuestros padres- en favor de Abrahán y su descendencia por siempre. María se quedó con Isabel unos tres meses y volvió a su casa.
Sofonías 3, 14-18; Salmo: Isaías 12, 2-6 . Lucas 1, 39-56