Lectura diaria de la Biblia
22 de marzo 2019 – viernes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.
Papa Francisco: Dios dio en herencia un terreno con una viña que hizo con sus manos: plantó una viña, la rodeó con un cercado, allí excavó un hueco para el lagar y construyó una torre. Y dio la viña en alquiler a los campesinos. Es lo que hizo Dios con nosotros: Nos dio la vida en alquiler. En cambio, esta gente vio aquí un buen negocio, una buena oportunidad: la viña es hermosa, tomémosla, es nuestra: se adueñaron de la Palabra de Dios. Y la Palabra de Dios se convirtió en su palabra. Hemos de escuchar la palabra de Dios y obedecerle en la Iglesia (28-3-2014).
Dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: Escuchad otra parábola: Había un propietario que plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó en ella un lagar, construyó una torre, la arrendó a unos labradores y se marchó lejos. Llegado el tiempo de los frutos, envió sus criados a los labradores, para percibir los frutos que le correspondían. Pero los labradores, agarrando a los criados, apalearon a uno, mataron a otro, y a otro lo apedrearon. Envió de nuevo otros criados, más que la primera vez, e hicieron con ellos lo mismo. Por último, les mandó a su hijo, diciéndose: “Tendrán respeto a mi hijo”. Pero los labradores, al ver al hijo, se dijeron: “Este es el heredero: venid, lo matamos y nos quedamos con su herencia”. Y agarrándolo, lo sacaron fuera de la viña y lo mataron. Cuando vuelva el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?. Le contestan: Hará morir de mala muerte a esos malvados y arrendará la viña a otros labradores, que le entreguen los frutos a su tiempo. Y Jesús les dice: ¿No habéis leído nunca en la Escritura: “La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente”? Por eso os digo que se os quitará a vosotros el reino de Dios y se dará a un pueblo que produzca sus frutos. Los sumos sacerdotes y los fariseos, al oír sus parábolas, comprendieron que hablaba de ellos. Y, aunque buscaban echarle mano, temieron a la gente que lo tenía por profeta.
Génesis 37, 3-4.12-13a.17b-28; Salmo 104, 16-21 . Mateo 21, 33-43.45-46