Lectura diaria de la Biblia
2 de diciembre 2018 – domingo. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.
TIEMPO DE ADVIENTO
Papa Francisco: El Evangelio nos introduce a uno de los temas más sugestivos del tiempo de Adviento: la visita del Señor a la humanidad. La primera visita se realizó con la encarnación, el nacimiento de Jesús en la gruta de Belén; la segunda es en el presente: el Señor nos invita continuamente cada día, camina a nuestro lado y es una presencia de consolación; y para concluir estará la última visita, que profesamos cada vez que recitamos el Credo: “De nuevo vendrá con gloria para juzgar a los vivos y a los muertos”. El Señor hoy nos habla de esta última visita suya, la que sucederá al final de los tiempos y nos indica adonde llegará nuestro camino. De esta perspectiva viene también una invitación a la sobriedad, a no ser dominado por las cosas de este mundo, de las realidades materiales, sino más bien a gobernarlas (27-11-2016).
Jeremías 33, 14-16: Mirad que llegan días –oráculo del Señor- en que cumpliré la promesa que hice a la casa de Israel y a la casa de Judá. En aquellos días y en aquella hora, suscitaré a David un vástago legítimo, que hará justicia y derecho en la tierra. En aquellos días se salvará Judá y en Jerusalén vivirán tranquilos, y la llamarán así: Señor-nuestra-justicia.
Salmo 24, 4-5.8-10.14: A ti, Señor, levanto mi alma.
1Tesalonicenses 3, 12-4, 2: Que el Señor os colme y os haga rebosar de amor mutuo y de amor todos, lo mismo que nosotros os amamos a vosotros. Y que afiance así vuestros corazones, de modo que os presentéis ante Dios nuestro Padre, santos e irreprochables en la venida de nuestro Señor Jesús con todos sus santos. Por lo demás, hermanos, os rogamos y exhortamos en el Señor Jesús: Ya habéis aprendido de nosotros cómo comportarse para agradar a Dios; pues comportaos así y seguir adelante. Pues ya conocéis las instrucciones que os dimos, en nombre del Señor Jesús.
Lucas 21, 25-28.34-36: Dijo Jesús a sus discípulos: Habrá signos en el sol y la luna y las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, perplejas por el estruendo del mar y el oleaje, desfalleciendo los hombres por el miedo y la ansiedad ante lo que se le viene encima al mundo, pues las potencias del cielo serán sacudidas. Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y gloria. Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación. Tened cuidado de vosotros, no sea que se emboten vuestros corazones con juergas, borracheras, y las inquietudes de la vida, y se os eche encima de repente aquel día; porque caerá como un lazo sobre todos los habitantes de la tierra. Estad, pues, despiertos en todo tiempo, pidiendo que podáis escapar de todo lo que está por suceder y manteneos en pie ante el Hijo del hombre.