Lectura diaria de la Biblia

8 de abril 2009 – Miércoles

 

Mateo 26,14-25

En aquel tiempo, uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue a los sumos sacerdotes y les propuso: ¿Qué estáis dispuestos a darme si os lo entrego? Ellos se ajustaron con él en treinta monedas. Y desde entonces andaba buscando ocasión propicia para entregarlo. El primer día de los Ázimos se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron: ¿Dónde quieres que te preparemos la cena de Pascua?. Él contestó: Id a la ciudad, a casa de fulano, y decidle: “El maestro dice: Mi momento está cerca; deseo celebrar la Pascua en tu casa con mis discípulos” Los discípulos cumplieron las instrucciones de Jesús y prepararon la Pascua. Al atardecer se puso a la mesa con los doce. Mientras comían dijo: Os aseguro que uno de vosotros me va a entregar. Ellos consternados, se pusieron a preguntarle uno tras otro: ¿Soy yo acaso, Señor?. Él respondió: El que ha mojado en la misma fuente que yo, ése me va a entregar. El Hijo del Hombre se  va, como está escrito de él; pero, ¡ay del que va a entregar al Hijo del hombre! más le valdría no haber nacido. Entonces preguntó Judas, el que lo iba a entregar: ¿Soy yo acaso, Maestro? Él respondió: Tú lo has dicho.

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