Lectura diaria de la Biblia
17 de junio 2018 domingo. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.
Papa Francisco: Jesús habla con palabras sencillas, con comparaciones fáciles, para que todos puedan entender el mensaje. La oración es la pila del cristiano para iluminar. Tú puedes hacer muchas cosas, muchas obras, también obras de misericordia, tú puedes hacer muchas cosas grandes por la Iglesia –una universidad católica, un colegio, un hospital- y también te harán un monumento como benefactor de la Iglesia, pero si no rezas eso estará un poco oscuro. La actitud del cristiano es darse, dar sabor a la vida de los otros, dar sabor a muchas cosas con el mensaje del Evangelio (7-6-2016).
Ezequiel 17, 22-24: Así dice el Señor: “Arrancaré una rama del alto cedro y la plantaré. De sus ramas más altas arrancaré una tierna y la plantaré en la cima de un monte elevado; la plantaré en la montaña más alta de Israel, para que eche brotes y dé fruto y se haga un cedro noble. Anidarán en él aves de toda pluma, anidarán al abrigo de sus ramas. Y todos los árboles silvestres sabrán que yo soy el Señor, que humilla los árboles altos y ensalza los árboles humildes, seca los árboles lozanos y hace florecer los árboles secos. Yo, el Señor, lo he dicho y lo haré”.
Salmo 91, 2-3.13-16: Es bueno dar gracias al Señor.
2Corintios 5, 6-10: Hermanos: Siempre llenos de buen ánimo y sabiendo que, mientras habitamos en el cuerpo, estamos desterrados lejos del Señor caminamos en fe y no en visión. Pero estamos de buen ánimo y preferimos ser desterrarnos del cuerpo y vivir junto al Señor. Por lo cual, en destierro o en patria, nos esforzamos en agradarlo. Porque todos tenemos que comparecer ante el tribunal de Cristo, para recibir cada cual por lo que haya hecho mientras tenía este cuerpo, sea el bien o el mal.
Marcos 4, 26-34: Decía Jesús al gentío: El Reino de Dios se parece a un hombre que echa simiente en la tierra. Él duerme de noche y se levanta de mañana; la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo. La tierra va produciendo la cosecha ella sola: primero los tallos, luego la espiga, después el grano. Cuando el grano está a punto, se mete la hoz, porque ha llegado la siega. Dijo también: ¿Con qué podemos comparar el Reino de Dios? ¿Qué parábola usaremos? Con un grano de mostaza: al sembrarlo en la tierra es la semilla más pequeña, pero después de sembrada crece, se hace más alta que las demás hortalizas y echa ramas tan grandes que los pájaros del cielo pueden anidar a su sombra. Con muchas parábolas parecidas les exponía la palabra, acomodándose a su entender. Todo se lo exponía con parábolas, pero a sus discípulos se lo explicaba todo en privado.