Lectura diaria de la Biblia
24 de marzo 2015 – sábado. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.
Papa Francisco: El mismo Pedro que confesó a Jesucristo, le dice: “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo. Te sigo, pero no hablemos de cruz. Esto no tiene nada que ver. Te sigo de otra manera, sin cruz”. Cuando caminamos sin la cruz, cuando edificamos sin la cruz y cuando confesamos un Cristo sin cruz, no somos discípulos del Señor, somos mundanos. Quisiera que todos tuviéramos el valor de caminar en presencia del Señor, con la cruz del Señor; de edificar la Iglesia sobre la Sangre del Señor, derramada en la cruz; y de confesar la única gloria: Cristo crucificado (14-3-2013).
Muchos judíos que habían venido a casa de María, al ver lo que había hecho Jesús (la resurrección de Lázaro), creyeron en él. Pero algunos acudieron a los fariseos y les contaron lo que había hecho Jesús. Los sumos sacerdotes y los fariseos convocaron el Sanedrín y dijeron: ¿Qué hacemos? Este hombre hace muchos signos. Si lo dejamos seguir, todos creerán en él, y vendrán los romanos y nos destruirán el lugar santo y la nación. Uno de ellos, Caifás, que era sumo sacerdote aquel año, les dijo: Vosotros no entendéis ni palabra; no comprendéis que os conviene que uno muera por el pueblo, y que no perezca la nación entera. Esto no lo dijo por propio impulso, sino que, por ser sumo sacerdote aquel año, habló proféticamente, anunciando que Jesús iba a morir por la nación; y no solo por la nación, sino también para reunir a los hijos de Dios dispersos. Y aquel día decidieron darle muerte. Por eso Jesús ya no andaba públicamente entre los judíos, sino que se retiró a la región vecina al desierto, a una ciudad llamada Efraín, y pasaba allí el tiempo con los discípulos.
Ezequiel 37, 21-28; Salmo: Jeremías 31, 10-13 . Juan 11, 45-54