Lectura diaria de la Biblia
27 de febrero 2018 – martes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.
Papa Francisco: Todos somos pícaros y siempre encontramos el camino que no es correcto, para parecer más justos de lo que somos: es el camino de la hipocresía… ¿Cómo puedo convertirme? ¡Aprendiendo a hacer el bien! La conversión. La suciedad del corazón no se quita como se quita una mancha: vamos a la tintorería y salimos limpios… Se quita con el hacer: realizar un camino distinto, otro camino que no es el del mal. ¡Aprender a hacer el bien!, es decir, el camino de hacer el bien… En la segunda semana de la Cuaresma tenemos estas tres palabras para pensar y meditar: la invitación a la conversión, el don que nos dará el Señor y eso es un perdón grande; y la trampa, es hablar, fingir convertirse, tomar el camino de la hipocresía (S. M. 3-3-2015).
Habló Jesús a la gente y a sus discípulos, diciendo: En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid todo lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos dicen, pero no hacen. Lían fardos pesados y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar. Todo lo que hacen es para que lo vea la gente: alargan las filacterias y agrandan las orlas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias en las plazas y que la gente los llame “rabí”. Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar “rabí”, porque uno solo es vuestro maestro, y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo. No os dejéis llamar maestros, porque uno solo es vuestro maestro, el Mesías. El primero entre vosotros será vuestro servidor. El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.
Is 1, 10.16-20; Sal 49, 8-23 . Mateo 23, 1-12