Lectura diaria de la Biblia
24 de diciembre 2017 – domingo. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.
Papa Francisco: En el misterio de la Navidad, junto a María está la silenciosa presencia de san José, como se representa en cada belén; también en el que podéis admirar aquí en la plaza de San Pedro. El ejemplo de María y de José es para todos nosotros una invitación a acoger con total apertura de espíritu a Jesús, que por amor se hizo nuestro hermano. El viene a traer al mundo el don de la paz: En la tierra paz a los hombres de buena voluntad (Lc 2, 14). Como lo anunció el coro de los ángeles a los pastores. El don precioso de la Navidad es la paz, y Cristo es nuestra auténtica paz. Y Cristo llama a nuestro corazón para darnos la paz, la paz del alma. Abramos las puertas a Cristo (21-12-2014).
2Samuel 7, 1-5.8b-12.14a.16: Cuando el rey David se estableció en su palacio, y el Señor le dio la paz con todos los enemigos que le rodeaban, el rey dijo al profeta Natán: Mira: yo estoy viviendo en casa de cedro, mientras el arca del Señor vive en una tienda. Natán respondió al rey: Ve y haz cuanto piensas, pues el Señor está contigo. Pero aquella noche recibió Natán la siguiente palabra del Señor: Ve y dile a mi siervo David: ¿Eres tú quien va a construir una casa para que habite en ella? Yo te saqué de los apriscos, de andar tras las ovejas, para que fueras jefe de mi pueblo Israel. Yo estaré contigo en todas tus empresas, acabaré con tus enemigos, te haré famoso como a los más famosos de la tierra. Daré un puesto a Israel, mi pueblo: lo plantaré para que viva en él sin sobresaltos, y en adelante no permitiré que los malhechores lo aflijan como antes, desde el día que nombré jueces para gobernar a mi pueblo Israel. Te pondré en paz con todos tus enemigos, te haré grande y te daré una dinastía. Y cuando tus días se hayan cumplido y te acuestes con tus padres, afirmaré después de ti la descendencia que saldrá de tus entrañas y consolidaré el trono de su realeza. Yo seré para él padre, y él será para mi hijo. Tu casa y tu reino durarán por siempre en mi presencia y tu trono durará por siempre.
Salmo 88, 2-5.27.29: Cantaré eternamente las misericordias del Señor.
Romanos 16, 25-27: Al que puede fortalecernos según el evangelio que yo proclamo, predicando a Cristo Jesús revelación del misterio mantenido en secreto durante siglos eternos y manifestado ahora en la Sagrada Escritura, dado a conocer por decreto del Dios eterno, para traer a todas las naciones a la obediencia de la fe, al Dios, único sabio, por Jesucristo, la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Lucas 1, 26-38: En el mes sexto, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David: el nombre de la virgen era María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo. Ella se turbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquel. El ángel le dijo: No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. Y María le dijo al ángel: ¿Cómo será eso, pues no conozco a varón? El ángel le contestó: El Espíritu Santo vendrá sobre ti y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer será llamado Hijo de Dios. También tu pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, “porque para Dios nada hay imposible”. María contestó: He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra. Y el ángel se retiró.