Lectura diaria de la Biblia
10 de noviembre 2017 – viernes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.
Papa Francisco: Dios nos ha mandado llevar el pan a casa con nuestro trabajo honesto. Pero este administrador daba de comer a sus hijos pan sucio. Porque su papa llevando pan sucio a casa había perdido la dignidad. Y esto es un pecado grave. Se comienza con un pequeño soborno, pero es como la droga. Después viene el otro y el otro: y se termina con la enfermedad de la adicción a los sobornos, un pecado muy grave porque va contra la dignidad. Esa dignidad con la que somos ungidos con el trabajo. No con el soborno, no con esta adicción a la astucia mundana. Cuando leemos en los periódicos o vemos en el televisor a uno que escribe o habla de la corrupción, tal vez pensamos que la corrupción es una palabra. Corrupción es esto: es no ganar el pan con dignidad (8-11-2013).
Decía Jesús a sus discípulos: Un hombre rico tenía un administrador, a quien acusaron ante él de derrochar sus bienes. Entonces lo llamó y le dijo: “¿Qué es eso que estoy oyendo de ti? Dame cuenta de tu administración, porque en adelante no podrás seguir administrando”. El administrador se puso a decir para sí: “¿Qué voy a hacer, pues mi señor me quita la administración? Para cavar no tengo fuerzas; mendigar me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me echen de la administración, encuentre quien me reciba en su casa”. Fue llamando uno a uno a los deudores de su amo y dijo al primero: “¿Cuánto debes a mi amo?”. Éste respondió: “Cien barriles de aceite”. Él le dijo: “Toma tu recibo; aprisa, siéntate y escribe cincuenta”. Luego dijo a otro: “Y tú, ¿cuánto debes?”. Él respondió: “Cien fanegas de trigo”. Le dice: “Toma tu recibo y escribe ochenta”. Y el amo alabó al administrador injusto, porque había actuado con astucia. Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su propia gente que los hijos de la luz.
Rom 15, 14-21; Sal 97, 1-4 . Lucas 16, 1-8