Lectura diaria de la Biblia
8 de agosto 2017 – martes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.
Papa Francisco: Saludo a los representantes de la Orden de Predicadores –dominicos- que ayer comenzó las celebraciones con motivo del octavo centenario de su fundación. Que el Señor os bendiga mucho en esta celebración. Y muchas gracias por todo lo que hacéis en y por la Iglesia (8-11-2015). Nuestros fundadores (Benito y Bernardo, Francisco y Domingo, Ignacio y Teresa) han sido movidos por el Espíritu y no han tenido miedo de ensuciarse las manos, recorriendo con valentía las periferias geográficas y existenciales. (2-2-2016).
Después de despedir a la gente subió al monte a solas para orar. Llegada la noche estaba allí solo. Mientras tanto la barca iba ya muy lejos de la tierra, sacudida por las olas, porque el viento era contrario. A la cuarta vela de la noche se les acercó Jesús andando sobre el mar. Los discípulos, viéndole andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, diciendo que era un fantasma. Jesús les dijo enseguida: ¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo! Pedro le contestó: Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre el agua. Él le dijo: Ven. Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua acercándose a Jesús; pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó: Señor, sálvame. Enseguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué has dudado?. En cuanto subieron a la barca amainó el viento. Los de la barca se postraron ante él diciendo: Realmente eres Hijo de Dios. Terminada la travesía, llegaron a tierra de Genesaret. Y los hombres de aquel lugar, apenas lo reconocieron, pregonaron la noticia por toda aquella comarca y le trajeron a todos los enfermos. Le pedían tocar siquiera la orla de su manto. Y cuantos la tocaban quedaban curados.
Núm 12, 1-13; Sal 50, 3-6.12-13 . Mateo 14, 23-36