Lectura diaria de la Biblia
30 de mayo 2017 – Martes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.
Papa Francisco: Jesús se despide, Pablo se despide y esto nos ayudará a reflexionar sobre nuestras despedidas. En nuestra vida hay muchas despedidas, pequeñas y grandes, y hay también mucho sufrimiento, muchas lágrimas en algunas de ellas. Pensad en la despedida de los cristianos y de los yazidíes, que piensan que no volverán a su tierra, porque han sido expulsados de sus casas, hoy… O la despedida de la madre, que saluda, que da un último abrazo al hijo que va a la guerra; y todos los días se levanta con miedo de que venga alguno y le diga: Le agradecemos la generosidad de su hijo que ha dado la vida por la patria. Y está también la última despedida que todos debemos hacer, cuando en Señor nos llame a su orilla. Yo pienso en esto… Que Jesús muerto y resucitado no envíe el Espíritu Santo para que nosotros aprendamos a decir esa palabra, adiós, existencialmente con toda la fuerza, la última palabra: adiós (S. M. 19-5-15).
Levantando los ojos al cielo, dijo Jesús: Padre, ha llegado la hora, glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique a ti y, por el poder que tú le has dado sobre toda carne, dé la vida eterna a los que le has dado. Ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y a tu enviado, Jesucristo. Yo te he glorificado sobre la tierra, he llevado a cabo la obra que me encomendaste. Y ahora, Padre, glorifícame junto a ti, con la gloria que yo tenía junto a ti, antes que el mundo existiese. He manifestado tu nombre a los que me diste de en medio del mundo. Tuyos eran, y tú me los diste, y ellos han guardado tu palabra. Ahora han conocido que todo lo que me diste procede de ti, porque yo les he comunicado las palabras que tú me diste, y ellos las han recibido, y han conocido verdaderamente que yo salí de ti, y han creído que tú me has enviado. Te ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por éstos que tú me diste, porque son tuyos. Y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y en ellos he sido glorificado. Ya no voy a estar en el mundo, pero ellos están en el mundo, mientras yo voy a ti.
Hch 20, 17-27; Sal 67, 10-11.20-21 . Juan 17, 1-11a