Lectura diaria de la Biblia
12 de abril 2017 – Miércoles. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.
Papa Francisco: Hoy, a mitad de la Semana Santa, la liturgia nos presenta un episodio triste: el relato de la traición de Judas. Jesús en ese momento tiene un precio. El elige con absoluta libertad: Yo entrego mi vida… Nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente. (Jn 10, 17-18). Y así, con esta traición, comienza el camino de la humillación, del despojamiento de Jesús. Como si estuviese en el mercado: esto cuesta treinta denarios… Una vez iniciada la senda de humillación y del despojamiento, Jesús la recorre hasta el final. Jesús alcanza la completa humillación con la muerte de cruz (16-4-2014).
Uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue a los sumos sacerdotes y les propuso: ¿Qué estáis dispuestos a darme, si os lo entrego?. Ellos se ajustaron con él en treinta monedas de plata. Y desde entonces andaba buscando ocasión propicia para entregarlo. El primer día de los Ázimos se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron: ¿Dónde quieres que te preparemos la cena de Pascua?. Él contestó: Id a la ciudad, a casa de quien vosotros sabéis, y decidle: “El maestro dice: Mi momento está cerca; voy a celebrar la Pascua en tu casa con mis discípulos”. Los discípulos cumplieron las instrucciones de Jesús y prepararon la Pascua. Al atardecer se puso a la mesa con los doce. Mientras comían dijo: En verdad os digo que uno de vosotros me va a entregar. Ellos, muy entristecidos, se pusieron a preguntarle uno tras otro: ¿Soy yo acaso, Señor?. Él respondió: El que ha metido conmigo la mano en la fuente, ése me va a entregar. El Hijo del Hombre se va, como está escrito de él; pero, ¡ay de aquel por quien el Hijo del hombre es entregado ¡más le valdría a ese hombre no haber nacido!. Entonces preguntó Judas, el que lo iba a entregar: ¿Soy yo acaso, Maestro?. Él respondió: Tú lo has dicho.
Is 50, 4-9a; Sal 68, 8-10.21-22.31-34 . Mateo 26,14-25