Lectura diaria de la Biblia
23 de marzo 2017 – jueves. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.
Papa Francisco: En la historia de Dios con su pueblo, el Señor mandaba a los profetas para decirles que amaba a su pueblo. En la Iglesia, el Señor manda a los santos. Son santos que llevan adelante la vida de la Iglesia: son los santos. No son los poderosos, no son los hipócritas: no. Los santos. Son los que no tienen miedo a dejarse acariciar por la misericordia de Dios. Y por esto los santos son hombres y mujeres que entienden muchas miserias humanas, y acompañan al pueblo de cerca… O estás en el camino del amor, o en el de la hipocresía. O tú te dejas amar por la misericordia de Dios, o haces lo que quieres, según tu corazón, que se endurece más, cada vez, en este camino (S.M.12-3-2015).
Jesús estaba echando un demonio que era mudo. Sucedió que, apenas salió el demonio, empezó a hablar el mudo. La multitud se quedó admirada, pero alguno de ellos dijeron: Por arte de Belcebú, el príncipe de los demonios, echa los demonios. Otros, para ponerlo a prueba, le pedían un signo en el cielo. Él, conociendo sus pensamientos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo va a la ruina y cae casa sobre casa. Si, pues, también Satanás se ha dividido contra sí mismo, ¿cómo mantendrá su reino? Pues vosotros decís que yo echo los demonios con el poder de Belcebú. Pero si yo echo los demonios con el poder de Belcebú, vuestros hijos, ¿por arte de quien los echan? Por eso, ellos mismos serán vuestros jueces. Pero, si yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces es que el reino de Dios ha llegado a vosotros. Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros. Pero, cuando otro más fuerte lo asalta y lo vence, le quita las armas de que se fiaba y reparte el botín. El que no está conmigo está contra mí; el que no recoge conmigo desparrama.
Jer 7, 23-28; Sal 94, 1-2.6-9 . Lucas 11, 14-23