Lectura diaria de la Biblia
23 de Diciembre 2016 – Viernes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.
Papa Francisco: ¡Ven, Señor! Es una invitación a comprender qué sucede a nuestro alrededor: si viene el Señor o si no viene; si hay sitio para el Señor o hay sitio para las fiestas, para hacer compras, hacer ruido. Una reflexión que lleva a otra pregunta dirigida a nosotros mismos: ¿Nuestra alma está abierta, como estaba abierta la Virgen? ¿O nuestra alma está cerrada y hemos colgado en la puerta un cartel, muy educado, que dice: Se ruega no molestar? Con la Virgen y con la madre Iglesia nos hará bien repetir hoy en oración estas invocaciones: oh sabiduría, oh llave de David, oh rey de las naciones, ven, ven. Una oración que se convierte en examen de conciencia, para verificar cómo es nuestra alma y hacer que sea un alma abierta, un alma grande para recibir al Señor en estos días. Un alma que comienza a sentir lo que mañana en la antífona nos dirá la Iglesia: Hoy sabréis que vendrá el Señor, y mañana veréis su gloria.
A Isabel se le cumplió el tiempo del parto y dio a luz un hijo. Se enteraron sus vecinos y parientes de que el Señor le había hecho una gran misericordia, y la felicitaban. A los ocho días fueros a circuncidar al niño y lo llamaban Zacarías, como a su padre. La madre intervino diciendo: ¡No! Se va a llamar Juan. Le replicaron: Ninguno de tus parientes se llama así. Entonces preguntaban por señas al padre como quería que se llamase. Él pidió una tablilla y escribió: Juan es su nombre. Todos se quedaron extrañados. Inmediatamente se le soltó la boca y la lengua, y empezó a hablar bendiciendo a Dios. Los vecinos quedaron sobrecogidos, y corrió la noticia por toda la montaña de Judea. Y todos los que lo oían reflexionaban diciendo: ¿Qué va a ser este niño? Porque la mano del Señor estaba con él.
Malaquías 3, 1-4.23-24; Salmo 24, 4-5.8-10.14 . Lucas 1, 57-66