Lectura diaria de la Biblia
24 de Octubre 2016 – Lunes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.
Papa Francisco: Jesús dice a los doctores de la ley: “Hipócritas”. También nosotros podemos pensar cómo es nuestra palabra: ¿es hipócrita? ¿Es un poco de aquí y un poco de allá, para estar bien con todos? ¿Es una palabra bacía, sin esencia, llena de superficialidad? ¿Es una palabra vulgar, trivial, o sea, mundana? ¿Es una palabra sucia, obscena? La luz brilla e ilumina a los demás en el camino, y hay cristianos luminosos, llenos de luz, que buscan servir al Señor con esta luz. Y hay cristianos tenebrosos, que no quieren nada del Señor y llevan una vida de pecado. Existe un tercer grupo de cristianos. Ni luminosos no oscuros: son los cristianos de color gris, que en una ocasión están de esta parte, y en otra de aquella. Están siempre en la mediocridad: son los tibios. En el Apocalipsis el Señor a estos cristianos de la mediocridad les dice: ”¡Ojalá fueras caliente o frío! Pero porque eres tibio –gris- ¡te vomitaré de mi boca!”. El Señor es duro con los cristianos de color gris: Yo soy cristiano, pero sin exagerar.
Un sábado, enseñaba Jesús en una sinagoga. Había una mujer que desde hacía dieciocho años estaba enferma por causa de un espíritu, y andaba encorvada, sin poderse enderezar. Al verla, Jesús la llamó y le dijo: Mujer, quedas libre de tu enfermedad. Le impuso las manos, y enseguida se puso derecha. Y glorificaba a Dios. Pero el jefe de la sinagoga, indignado porque Jesús había curado en sábado, dijo a la gente: Seis días tenéis para trabajar; venid esos días a que os curen, y no los sábados. Pero el Señor, dirigiéndose a él, le dijo: Hipócritas: cualquiera de vosotros, ¿no desata del pesebre al buey o al burro y lo lleva a abrevar, aunque sea sábado? Y a ésta, que es hija de Abrahán, y que Satanás ha tenido atada dieciocho años, ¿no había que soltarla en sábado?. A estas palabras, sus enemigos quedaron abochornados, y toda la gente se alegraba de los milagros que hacía.
Efesios 4, 32-5, 8; Salmo 1, 1-6 . Lucas 13, 10-17