Lectura diaria de la Biblia

20 de Septiembre 2015 – Domingo. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Mundo: Cuando Cristo anuncia su pasión, los discípulos no entendían aquello, y les daba miedo preguntarle. El mundo había entrado en ellos: querían ser los primeros.

Fe: El que acoge a un niño como éste en mi nombre, me acoge a mí; y el que me acoge a mi, no me acoge a mí, sino al que me ha enviado.

Sabiduría 2,12.17-20: Se dijeron los impíos: Acechemos al justo, que nos resulta incómodo: se opone a nuestras acciones, nos echa en cara nuestros pecados, nos reprende nuestra educación errada; veamos si sus palabras son verdaderas, comprobando el desenlace de su vida. Si es él justo hijo de Dios, lo auxiliará, y lo librará del poder de sus enemigos; lo someteremos a la prueba de la afrenta y la tortura, para comprobar su moderación y apreciar su paciencia; lo condenaremos a muerte ignominiosa, pues dice que hay quien se ocupa de él.

Salmo 53, 3-8: El Señor sostiene mi vida.

Santiago 3, 16-4, 3: Donde hay envidias y peleas, hay desorden y toda clase de males. La sabiduría que viene de arriba, ante todo es pura, y, además, es amante de la paz, comprensiva, dócil, llena de misericordia y buenas obras, constante, sincera. Los que procuran la paz están sembrando la paz; y su fruto es la justicia. ¿De dónde proceden las guerras y los conflictos entre vosotros? ¿No es acaso de los deseos de placer que combaten en vuestro cuerpo? Codiciáis lo que no podéis tener; y acabáis asesinando. Ambicionáis algo y no podéis alcanzarlo; así que lucháis y peleáis. No tenéis, porque no pedís. Pedís y no recibís, porque pedís mal, para dar satisfacción a vuestras pasiones.

Marcos 9, 30-37: Jesús y sus discípulos se marcharon de la montaña y atravesaron Galilea; no quería que nadie se enterase, porque iba instruyendo a sus discípulos. Les decía: El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres, y lo matarán; y después de muerto, a los tres días resucitará. Pero no entendían aquello, y les daba miedo preguntarle. Llegaron a Cafarnaún, y una vez en casa, les preguntó: ¿De qué discutíais por el camino? Ellos no contestaron, pues por el camino habían discutido quien era el más importante. Jesús se sentó, llamó a los doce y les dijo: Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos. Y acercando a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: El que acoge a un niño como éste en mi nombre, me acoge a mí; y el que me acoge a mí, no me acoge a mí, sino al que me ha enviado.

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