Vivamos hoy como si fuera el último día de nuestra vida

Querido amigo, querida amiga: Hoy no pienses en el pasado ni en el futuro. El tiempo se acaba, cada día estamos más cerca del último día, cada día estamos más cerca de la vida en plenitud, de la felicidad suprema, del gozo sin límites, de ver a Dios cara a cara y sentir plenamente su amor hacia nosotros los seres humanos hechos por El a su imagen y semejanza. Por eso, vivamos hoy como si fuera el último día de nuestra vida. Visitemos, llamemos o mandemos un correo a nuestros amigos, les daremos una gran alegría, abracemos a nuestros hijos, a nuestros padres, a nuestro cónyuge y digámosles que les queremos mucho, saludemos a aquellos vecinos que vemos a menudo y nunca decimos nada, como no tenemos amistad, creemos que no es necesario saludarles, seguro que les agradará y nos responderán con efusión. Pidamos perdón a aquellos a los que un mal entendido o un error nos llevó a romper la amistad. Pidamos perdón a Dios si hicimos algo de lo que estamos arrepentidos, sólo El sabe de nuestra debilidad y de nuestra propensión a equivocarnos.

Haz el viaje que siempre quisiste hacer, haz el regalo que quieres hacer, llena de positividad tu entorno irradiando alegría, entusiasmo y felicidad, que contagie. Si crees en estos valores, los mismos te harán sentirte una persona afortunada. Vive hoy como si fuera el último día de tu vida.

 

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