Lectura diaria de la Biblia
3 de septiembre 2008 – Miércoles
La gente andaba buscándolo
Al salir Jesús de la sinagoga entró en casa de Simón. La suegra de Simón estaba con fiebre muy alta y le pidieron que hiciera algo por ella. Él de pie a su lado, increpó a la fiebre y se le pasó; ella, levantándose enseguida se puso a servirles. Al ponerse el sol, los que tenían enfermos con el mal que fuera se los llevaban; y él, poniendo las manos sobre cada uno, los iba curando. De muchos de ellos salían también demonios, que gritaban: Tú eres el Hijo de Dios. Los increpaba y no les dejaba hablar porque sabían que él era el Mesías. Al hacerse de día salió a un lugar solitario, la gente lo andaba buscando; dieron con él e intentaban retenerlo para que no se le fuese. Pero él les dijo: También a los otros pueblos tengo que anunciarles el reino de Dios, para eso me han enviado. Y predicaba en las sinagogas de Judea.
1Co 3, 1-9; Sal 32, 12-15. 20-21 . Lucas 4, 38-44