Lectura diaria de la Biblia

20 de Febrero 2012 – Lunes

 

Mundo: Cristo ofrece la fe que da la felicidad. Basta abrirle el corazón y la vida.

 

Fe: Todo es posible para el que tiene fe. –Tengo fe, pero dudo; ayúdame.

 

Cuando Jesús y los tres discípulos bajaron de la montaña, al llegar a donde estaban los demás discípulos, vieron mucha gente alrededor, y a unos escribas discutiendo con ellos. Al ver a Jesús, la gente se sorprendió, y corrió a saludarlo. Él les preguntó: ¿De qué discutís?. Uno le contestó: Maestro, te he traído a mi hijo; tiene un espíritu que no le deja hablar y, cuando lo agarra, lo tira al suelo, echa espumarajos, rechina los dientes y se queda tieso. He pedido a tus discípulos que lo echen, y no han sido capaces. Él les contestó: ¡Gente sin fe! ¿Hasta cuando estaré con vosotros? ¿Hasta cuando tendré que soportar? Traédmelo. Se lo llevaron. El espíritu, en cuanto vio a Jesús, retorció al niño; cayó por tierra y se revolcaba, echando espumarajos. Jesús preguntó al padre: ¿Cuánto tiempo hace que le pasa esto?. Contestó él: Desde pequeño. Y muchas veces hasta lo han echado al fuego y al agua, para acabar con él. Si algo puedes, ten lástima de nosotros y ayúdanos. Jesús replicó: ¿Si puedo? Todo es posible al que tiene fe. Entonces el padre del muchacho gritó: Tengo fe, pero dudo; ayúdame. Jesús, al ver que acudía gente, increpó al espíritu inmundo, diciendo: Espíritu mudo y sordo, yo te lo mando: Vete y no vuelvas a entrar en él. Gritando y sacudiéndolo violentamente, salió. El niño se quedó como un cadáver, de modo que la multitud decía que estaba muerto. Pero Jesús lo levantó, tomándolo de la mano, y el niño se puso en pie. Al entrar en casa, sus discípulos le preguntaron a solas: ¿Por qué no pudimos echarlo nosotros?. Él les respondió: Esta especie sólo puede salir con oración. 

 

Si 1,  1-10; Sal 92, 1-2.5 . Marcos 9, 14-29

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