Desde el amor

Dios es creador y creativo: Crea el Universo.                                 

Dios es perfecto:                Crea el orden cósmico.                

Dios es paternal:                 Crea vida.

Dios que ama lo creado y quiere un ser

inteligente y de confianza para que lo disfrute: Crea al hombre.

Dios es amoroso:           El amor mueve al mundo.

                                     (Tú debes amar y todo será más fácil)

Dios es caritativo:           Libera de la angustia del pecado; da el maná.                 

(Tú debes ser sensible a las necesidades  del    mundo: falta de libertad, hambre, soledad…

Dios es misericordioso: Perdona, quita la culpa, descarga del peso del pecado.

(Tú haz lo mismo con tus semejantes)

Dios infunde en el hombre valores inmutables

Dios es justo: Envió a su Hijo al mundo a implantar la justicia.

Dios es poderoso: Los reyes de la tierra lo adoran y temen.

Dios es guerrero: Gana todas las batallas.

Dios es sabiduría: Nada se le puede ocultar.

Dios ama la perfección: Inocula en el hombre semilla de perfección: Sed perfectos como vuestro Padre es perfecto. Cristo no pide imposibles.

¿Y ahora qué? ¿Qué más?

¿Qué hacer cuando no tengamos respuesta?

¿Qué hacer cuando nos sintamos confundidos?

Acude a la Biblia, la Biblia da respuesta a todas las dudas y exigencias del hombre.

La Biblia calma la sed del saber y colma todas las necesidades espirituales del hombre.

La Biblia descubre todos los secretos o lados ocultos del hombre, la intencionalidad a espaldas de Dios.

La Biblia da las claves psicológicas para entender el mal que tanto nos desconcierta y el bien que tanto anhelamos.

La Biblia es el vivo retrato de Dios y del hombre.

La Biblia nos habla de la relación de Dios con el hombre y desvela la cara de Dios en los aspectos que podemos entender.

Dios es infinito en aquello que el hombre busca alcanzar, nunca en el mal, porque el mal destruye y Dios construye.

El mal en su ausencia de amor no valora la obra creada. El mal ocupa su tiempo en criticar y destruir lo creado por el otro. El hombre creador piensa en el otro y crea para la comunidad. El mal no goza con la felicidad del otro; la felicidad del otro le enerva, le saca de sus casillas, y lo que busca es la discordia, el enfrentamiento, la pelea, la guerra; el ahogo de aquellos que gozan con la libertad. El mal ríe cuando ve tristeza en el otro, cuando este llora, cuando busca la verdad y sólo encuentra trampas para su condenación. El mal no quiere gente alegre porque su amargura interior no le deja aceptar el gozo en los demás.

Yo sé que tú no eres así. Yo se que tú culpas de tus maldades a tu debilidad y a las circunstancias que te obligan a caer. Tú eres de los benditos de Dios, de los que quieren estar a su derecha. Y si no eres así y quieres salir de ese infierno que te ahoga, hay solución, Dios que quiere que todo el mundo se salve, te está esperando; pero ojo, es necesario reconocer a su Hijo Jesús como el único Salvador. Creyendo en la verdad que anuncia Jesús uno puede ser salvo. Aceptando el perdón que viene de Dios un puede salvarse. Para el hombre la salvación sería imposible, pero para Dios nada es imposible; su infinita misericordia es grande y sólo él puede salvarnos aunque no seamos dignos de merecerlo.

Acude a Jesús, dile que estabas equivocado, dile que quieres cambiar de vida, dile que ya no disfrutas haciendo mal a tus semejantes, ni tampoco con el mal ajeno, dile que ese mal a ti te empequeñece, te entristece, te responsabiliza y culpa por acción u omisión; que tú quieres ayudar a Jesús  a desterrar la injusticia de la tierra, las lágrimas y el sufrimiento; que tú amas la vida y que tú aspiras a vivirla en plenitud y que quieres que ya se empiece a vivir aquí en este mundo. Jamás pierdas la esperanza de tu restitución, tu vida puede cambiar; cuando seas una persona nueva todo será distinto; ya verás dos horizontes, uno lleno de nubarrones, tormenta y oscuridad, de donde vienes, y otro lleno de luz y de gozo hacia donde caminas. Cuando seas capaz de ver la diferencia y elegir la luz y la verdad ya no vuelvas a mirar hacia atrás, tu liberación ha comenzado y Dios te espera al final de la luz.

Diego Levita

10-2-12

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