Lectura diaria de la Biblia
29 de Noviembre 2011 – Martes
Mundo: Padre, has escondido estas cosas a los sabios y entendidos: la humildad es indispensable para acoger la palabra de Dios.
Fe: ¡Dichosos los ojos que ven lo que vosotros veis!
Lleno de la alegría del Espíritu Santo, exclamó Jesús: Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y a los entendidos, y las has revelado a la gente sencilla. Si, Padre, porque así te ha perecido bien. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce quien es el Hijo, sino el Padre; ni quien es el Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiere revelar. Y volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte: ¡Dichosos los ojos que ven lo que vosotros veis! Porque os digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que veis vosotros y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron.
Is 11, 1-10; Sal 71, 2.7-8.12-13.17 . Lucas 10, 21-24