Lectura diaria de la Biblia

27 de Septiembre 2011 – Martes

 

Mundo: Los samaritanos de ayer y otros muchos de hoy se oponen a que Cristo se acerque a ellos.

 

Fe: El discípulo de Jesús no puede desear nada malo a los enemigos de Dios y de la iglesia.

 

Cuando se iba cumpliendo el tiempo de ser llevado al cielo, Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén. Y envió mensajeros por delante. De camino, entraron en una aldea de Samaria para prepararle alojamiento. Pero no lo recibieron, porque se dirigía a Jerusalén. Al ver esto, Santiago y Juan, discípulos suyos, le preguntaron: Señor, ¿quieres que mandemos bajar fuego del cielo que acabe con ellos?. Él se volvió y les regañó. Y se marcharon a otra aldea.

 

Za 8, 20-23; Sal 86, 1-7 . Lucas 9, 51-56 

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