Lectura diaria de la Biblia

6 de Agosto 2011 – Sábado

 

FIESTA DE LA TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR

 

Mundo: El mismo Cristo que se transformó puede transformar la vida sin sentido de quienes no aceptan a Dios en su vida.

 

Fe: Maestro, ¡qué bien se está aquí! Contigo, todo lo bueno es posible: en el Tabor y en el Calvario.

Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan y se los llevó aparte a una montaña alta. Se transfiguró delante de ellos, y su rostro resplandecía como el sol, y sus vestidos se volvieron blancos como la luz. Y se le aparecieron Moisés y Elías conversando con él. Pedro, entonces, tomó la palabra y dijo a Jesús: Señor, ¡qué bien se está aquí! Si quieres, haré tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías. Todavía estaba hablando cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra, y una voz desde la nube decía: Éste es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Escuchadlo. Al oírlo, los discípulos cayeron de bruces, llenos de espanto. Jesús se acercó y, tocándolos les dijo: Levantaos, no temáis. Al alzar los ojos, no vieron a nadie más que a Jesús, solo. Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó: no contéis a nadie la visión hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos.

 

2Pe 1, 16-19; Sal 96, 1-2.5-6.9 . Mateo 17, 1-9

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