Lectura diaria de la Biblia

24 de julio 2008 – Jueves

                                                 Dichosos vuestros ojos y oídos

                                                             
Se acercaron a Jesús los discípulos y le preguntaron: ¿Por qué les hablas en parábolas? Él les contestó: A vosotros se os ha concedido conocer los secretos del reino de los cielos y a ellos no. Porque al que tiene se le dará y tendrá de sobra, y al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene. Por eso les hablo en parábolas, porque miran sin ver y escuchan sin oír ni entender. Así se cumplirá en ellos la profecía de Isaías: “Oiréis con los oídos sin entender; miraréis con los ojos sin ver; porque está embotado el corazón de este pueblo, son duros de oídos, han cerrado los ojos; para no ver con los ojos ni oír con los oídos, ni entender con el corazón, ni convertirse para que yo los cure” ¡Dichosos vuestros ojos, porque ven, y vuestros oídos porque oyen! Os aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis vosotros y no lo vieron, y oír lo que oís y no lo oyeron.  

 

Jr 2, 1-3.7-8.12-13; Sal 35, 6-11 . Mateo 13, 10-17

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