Archivo de agosto de 2022

Lectura diaria de la Biblia

miércoles, 10 de agosto de 2022

11 de agosto 2022 – jueves. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Insisto una vez más: Dios no se cansa nunca de perdonar, somos nosotros los que nos cansamos de acudir a su misericordia. Aquel que nos invitó a perdonar setenta veces siete (Mt 18, 22) nos da ejemplo: Él perdona setenta veces siete. Nos vuelve a cargar sobre sus hombros una y otra vez. Nadie podrá quitarnos la dignidad que nos otorga este amor infinito e inquebrantable. Él nos permite levantar la cabeza y volver a empezar, con una ternura que nunca nos desilusiona y que siempre puede devolvernos la alegría.

Se adelantó Pedro y preguntó a Jesús: Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces? Jesús le contesta: No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Y a propósito de esto, el reino de los cielos se parece a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus empleados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. Como no tenía con qué  pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así. El empleado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo: “Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré todo”. El señor tuvo lástima de aquel empleado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda. Pero, al salir, el empleado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, agarrándolo, lo estrangulaba, diciendo: “Págame lo que me debes”. El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba, diciendo: “Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré”. Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía. Entonces el señor lo llamó y le dijo: “¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo pediste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?”. Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda. Lo mismo hará con vosotros mí Padre del cielo, si cada cual no perdona de corazón a su hermano.

Ezequiel 12, 1-12; Salmo 77, 56-62 . Mateo 18, 21-30.32-35

Lectura diaria de la Biblia

miércoles, 10 de agosto de 2022

10 de agosto 2022 – miércoles. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Intentemos pensar en un grano o en una pequeña semilla, que cae en el terreno. Si permanece cerrado en sí mismo, no sucede nada; si en cambio se rompe, se abre, entonces da vida a una espiga, a un brote, después a una planta y la planta dará fruto. Jesús ha llevado al mundo una esperanza nueva y lo ha hecho como la semilla: se ha hecho pequeño, como un  grano de trigo; ha dejado su gloria celeste para venir entre nosotros: Ha “caído en la tierra”. Pero todavía no era suficiente. Para dar fruto Jesús ha vivido el amor hasta el fondo, dejándose romper por la muerte como una semilla se deja romper bajo tierra. Precisamente allí, en el punto extremo de su abajamiento –que es también el punto más alto del amor- ha germinado la esperanza.

Dijo Jesús a sus discípulos: En verdad, en verdad os digo: si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto. El que se ama así mismo se pierde, y el que se aborrece así mismo en este mundo se guardará para la vida eterna. El que quiera servirme, que me siga, y donde esté yo, allí también estará mi servidor; a quien me sirve, el Padre lo honrará.

2Coríntios 9, 6-10; Salmo 111, 1b-2.5-9 . Juan 12, 24-26

Lectura diaria de la Biblia

martes, 9 de agosto de 2022

9 de agosto 2022 – martes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: La Iglesia propone a nuestra veneración una multitud de mártires, que fueron llamados juntos al supremo testimonio del Evangelio. No quisieron renegar de la propia fe y murieron confesando a Cristo resucitado. ¿Dónde encontraron la fuerza para permanecer fieles? Precisamente en la fe, que nos hace ver más allá de los límites de nuestra mirada humana, más allá de la vida terrena. Conservemos la fe que hemos recibido y que es nuestro verdadero tesoro, renovemos nuestra fidelidad al Señor, incluso en medio de los obstáculos y las incomprensiones. Dios no dejará que nos falte la fuerza ni la serenidad.

Dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: El reino de los cielos se parece a diez vírgenes que tomaron sus lámparas y salieron al encuentro del esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco eran prudentes. Las necias, al tomar las lámparas, no se proveyeron de aceite; en cambio, las prudentes se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas. El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron. A media noche se oyó una voz: “¡Que llega el esposo, salid a su encuentro!”. Entonces se despertaron todas aquellas vírgenes y se pusieron a preparar sus lámparas. Y las necias dijeron a las prudentes: “Dadnos de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas”. Pero las prudentes contestaron: “Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis”. Mientras iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta. Más tarde llegaron también las otras vírgenes, diciendo: “Señor, señor, ábrenos”. Pero él respondió: “En verdad os digo que no os conozco”. Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora.

Oseas 2, 16b.17de.21-22; Salmo 44, 11-17 . Mateo 20, 1-13

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lunes, 8 de agosto de 2022

8 de agosto 2022 – lunes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Hoy quiero hablaros de santo Domingo de Guzmán otro santo que, dio una contribución fundamental a la renovación de la Iglesia de su tiempo. Fue el fundador de la Orden de Predicadores, conocidos también como Frailes Dominicos. Su sucesor, el beato Jordán de Sajonia, ofrece un retrato completo de santo Domingo en el texto de una famosa oración: “inflamado del celo de Dios y de ardor sobrenatural, por tu caridad sin límites y el fervor del espíritu vehemente te consagraste totalmente, con el voto de pobreza perpetua, a la observancia apostólica y a la predicación evangélica”. Se subraya precisamente este rasgo fundamental del testimonio de Domingo: hablaba siempre con Dios y de Dios. En la vida de los santos van siempre juntos el amor al Señor y al prójimo, la búsqueda de la gloria de Dios y de la salvación de las almas. Este gran santo nos recuerda que en el corazón de la Iglesia debe arder siempre un fuego misionero, que impulsa incesantemente a llevar el primer anuncio del Evangelio y, donde sea necesario, a una nueva evangelización: de hecho, Cristo es el bien más precioso que los hombres y las mujeres de todo tiempo y de todo lugar tienen derecho de conocer y amar.

Mientras Jesús y los discípulos recorrían juntos Galilea, les dijo: El Hijo del hombre será entregado en manos de los hombres, lo matarán, pero resucitará al tercer día. Ellos se pusieron muy tristes. Cuando llegaron a Cafarnaún, los que cobraban el impuesto de las dos dracmas se acercaron a Pedro y le preguntaron: ¿Vuestro maestro no paga las dos dracmas? Contestó: Sí. Cuando llegó a casa, Jesús se adelantó a preguntarle: ¿Qué te parece, Simón? Los reyes del mundo, ¿a quién le cobran impuestos y tasas, a sus hijos o a los extraños? Contestó: A los extraños. Jesús le dijo: Entonces, los hijos están exentos. Sin embargo, para no dar mal ejemplo, ve al mar, echa el anzuelo, agarra el primer pez que pique, ábrele la boca y encontrarás una moneda de plata. Tómala y págales por mí y por ti.

Ezequiel 1, 2-5.24-28c; Salmo 148, 1bc-2.11-14 . Mateo 17, 22-27

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domingo, 7 de agosto de 2022

7 de agosto 2022 – domingo. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: El evangelio de este domingo nos habla del deseo del encuentro definitivo con Cristo, un deseo que nos hace estar siempre preparados, con el espíritu en vela, porque esperamos este encuentro con todo el corazón, con todo nosotros mismos. Este es un aspecto fundamental de la vida. Existe un deseo que todos nosotros, sea explícito u oculto, tenemos en el corazón. Todos nosotros tenemos este deseo en el corazón. El corazón que desea.  

Sabiduría 18, 6-9: La noche de la liberación se les anunció de antemano a nuestros padres, para que tuvieran ánimo al conocer con certeza la promesa de que se fiaban. Tu pueblo esperaba ya la salvación de los inocentes y la perdición de los culpables. Pues con una misma acción castigabas a los enemigos y nos honrabas llamándonos a ti. Los hijos piadosos de un pueblo justo ofrecían sacrificio a escondidas y de común acuerdo se imponían esta ley sagrada: que todos los santos serían solidarios en los peligros y en los bienes; y empezaron a entonar los himnos tradicionales.

Salmo 32, 1.12.18-22: Dichoso el pueblo a quien Dios escogió como heredad.

Hebreos 11, 1-2.8-13.16-19: La fe es seguridad de lo que se espera, y prueba de lo que no se ve. Por su fe son recordados los antiguos: por fe obedeció Abrahán a la llamada y salió hacia la tierra que iba a recibir en heredad. Salió sin saber adónde iba. Por fe vivió como extranjero en la tierra prometida, habitando en tiendas –y lo mismo Isaac y Jacob, herederos de la misma promesa- mientras esperaba la ciudad de sólidos cimientos cuyo arquitecto y constructor iba a ser Dios. Por fe también Sara, cuando ya le había pasado la edad, obtuvo fuerza para fundar un linaje, porque se fio de la promesa. Y así de una persona, y esa estéril, nacieron hijos numerosos, como las estrellas del cielo y como la arena incontable de las playas. Con fe murieron todos estos. Pero ellos ansiaban una patria mejor, la del cielo. Por eso Dios no tiene reparo en llamarse su Dios: porque les tenía preparada una ciudad. Por fe Abrahán, puesto a prueba, ofreció a Isaac: y era su hijo único lo que ofrecía, el destinatario de la promesa, del cual le había dicho Dios: Isaac continuará tu descendencia. Pero Abrahán pensó que Dios tiene poder hasta para resucitar muertos. Y así recobró a Isaac como figura del futuro.

Lucas 12, 32-48: Dijo Jesús a sus discípulos: No temas, pequeño rebaño; porque vuestro Padre ha tenido a bien daros el reino. Vended vuestros bienes, y dad limosna; haceos talegas que no se echen a perder, y un tesoro inagotable en el cielo, adonde no se acercan los ladrones ni roe la polilla. Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón. Tened ceñida la cintura y encendidas las lámparas: Vosotros estad como los que aguardan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle, apenas venga y llame. Dichosos los criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela: os aseguro que se ceñirá, los hará sentar a la mesa y los irá sirviendo. Y si llega entrada la noche o de madrugada, y los encuentra así, dichosos ellos. Comprended que si supiera el dueño de la casa a qué hora viene el ladrón, no le dejaría abrir un boquete. Lo mismo vosotros, estad preparados, porque a la hora que menos penséis, viene el Hijo del hombre. Pedro le preguntó: Señor, ¿has dicho esa parábola por nosotros o por todos?. El Señor le respondió: ¿Quién es el administrador fiel y solícito a quién el amo ha puesto al frente de su servidumbre para que les reparta la ración a sus horas? Dichoso el criado a quien su amo al llegar lo encuentre portándose así. Os aseguro que lo pondrá al frente de todos sus bienes. Pero si el empleado piensa: “Mi amo tarda en llegar”, y empieza a pegarle a los mozos y a las muchachas, a comer y beber y emborracharse; llegará el amo de ese criado el día y a la hora que menos lo espera y lo despedirá, condenándolo a la pena de los que no son fieles. El criado que sabe lo que su amo quiere y no está dispuesto a ponerlo por obra, recibirá muchos azotes; el que no lo sabe, pero hace algo digno de castigo, recibirá pocos. Al que mucho se le dio, mucho se le exigirá; al que mucho se le confió, más se le exigirá.

Lectura diaria de la Biblia

sábado, 6 de agosto de 2022

6 de agosto 2022 –sábado. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

FIESTA DE LA TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR

Papa Francisco: La ascensión de los discípulos al monte Tabor nos induce a reflexionar sobre la importancia de separarse de las cosas mundanas, para emprender un camino hacia lo alto y contemplar a Jesús. Se trata de ponernos a la escucha atenta y orante del Cristo, el Hijo amado del Padre, buscando momentos de oración que permiten la acogida dócil y alegre de la Palabra de Dios. En esta ascensión espiritual, en esta separación de las cosas mundanas, estamos llamados a redescubrir el silencio pacificador y regenerador de la meditación del Evangelio, de la lectura de la Biblia, que conduce hacia una meta rica de belleza, de esplendor y de alegría.

Jesús se llevó a Pedro, a Juan y a Santiago y subió a lo alto de la montaña, para orar. Y, mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió, sus vestidos brillaban de blancos. De repente, dos hombres conversaban con él: eran Moisés y Elías, que, apareciendo con gloria, hablaban de su muerte, que iba a consumar en Jerusalén. Pedro y sus compañeros se caían de sueño; y, espabilándose, vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él. Mientras éstos se alejaban, dijo Pedro a Jesús: Maestro, que bien está aquí. Haremos tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías. No sabía lo que decía. Todavía estaba hablando, cuando llegó una nube que los cubrió. Se asustaron al entrar en la nube. Una voz desde la nube decía: Este es mi Hijo, el escogido, escuchadle. Cuando sonó la voz, se encontró Jesús solo. Ellos guardaron silencio y, por el momento, no contaron a nadie nada de lo que habían visto.

2Pedro 1, 16-19; Salmo 96, 1-2.5-6.9 . Lucas 9, 28b-36

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viernes, 5 de agosto de 2022

5 de agosto 2022 – viernes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Mirando a Jesús, nosotros vemos que Él ha elegido el camino de la humildad y del servicio. Es más, Él mismo en persona es este camino. Jesús no fue indeciso, no fue un indiferente: hizo una elección y la llevó adelante hasta el fondo. Eligió hacerse hombre, y como hombre hacerse siervo, hasta la muerte de cruz. Pero no basta con mirar, hay que seguir. Jesús es el camino, y un camino sirve para caminar, para recorrerlo. Y siguiendo a Cristo por el camino de la caridad, nosotros sembramos esperanza. ¡Ánimo! No os dejéis robar la esperanza e id adelante. Que no os la roben. Al contrario: ¡sembrad esperanza!

Dijo Jesús a sus discípulos: El que quiera venirse conmigo, que se niegue así mismo, que cargue con su cruz y me siga. Si uno quiere salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí la encontrará. ¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? ¿O qué podrá dar para recobrarla? Porque el Hijo del hombre vendrá entre sus ángeles, por la gloria de su Padre, y entonces pagará a cada uno según su conducta. Os aseguro que algunos de los aquí presentes no morirán sin antes haber visto llegar al Hijo del hombre con majestad.

Naún 2, 1.3; 3, 1-3.6-7; Salmo: Dt 32, 35cd-36ab.39.41 . Mateo 16, 24

Lectura diaria de la Biblia

miércoles, 3 de agosto de 2022

4 de agosto 2022 – jueves. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Transmitir más eficazmente la Palabra de Dios requiere testimonio: maestros fieles a la verdad y testigos valientes del Evangelio. El testigo encarna la enseñanza, la hace tangible, convocadora, y no deja a nadie indiferente; añade a la verdad la alegría del Evangelio, la de saberse amados por Dios y objeto de su infinita misericordia.

Al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: ¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?. Ellos contestaron: Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas. Él les preguntó: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?. Simón Pedro tomó la palabra y dijo: Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo. Jesús le respondió: Bienaventurado tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Ahora yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra, quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra, quedará desatado en los cielos. Y les mandó a los discípulos que no dijesen a nadie que él era el Mesías. Desde entonces empezó Jesús a manifestar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y padecer allí mucho por parte de los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, y que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer día. Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo: ¡Lejos de ti tal cosa, Señor! Eso no puede pasarte. Jesús se volvió y dijo a Pedro: Ponte detrás de mí, Satanás! Eres para mí piedra de tropiezo, porque tú piensas como los hombres, no como Dios.


Jeremías 31, 31-34; Salmo 50, 12-15.18–19 . Mateo 16, 13-23

Lectura diaria de la Biblia

miércoles, 3 de agosto de 2022

3 de agosto 2022 – miércoles. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: El Señor, en un primer momento, parece no escuchar este grito de dolor, hasta el punto de suscitar la intervención de los discípulos que interceden por ella. El aparente distanciamiento de Jesús no desanima a esta madre, que insiste en su invocación. La fuerza interior de esta mujer, que permite superar todo obstáculo, hay que  buscarla en su amor materno y en la confianza de que Jesús puede satisfacer su petición. Y esto me hace pensar en la fuerza de las mujeres. Con su fortaleza son capaces de obtener cosas grandes. ¡Hemos conocido muchas! Podemos decir que es el amor lo que mueve la fe y la fe, por su parte, se convierte en el premio del amor.

Jesús se marchó y se retiró al país de Tiro y Sidón. Entonces una mujer cananea, saliendo de uno de aquellos lugares, se puso a gritarle: Ten compasión de mí, Señor, Hijo de David. Mi hija tiene un demonio muy malo. Él no le respondió nada. Entonces los discípulos se le acercaron a decirle: Atiéndela, que viene detrás gritando. Él les contestó: Sólo me han enviado a las ovejas descarriadas de Israel. Ella los alcanzó y se postró ante él y le pidió: Señor, socórreme. Él le contestó: No está bien echar a los perros el pan de los hijos. Pero ella repuso: Tienes razón, Señor; pero también los perros se comen las migajas que caen de la mesa de los amos. Jesús le respondió: Mujer, qué grande es tu fe; que se cumpla lo que deseas. En aquel momento quedó curada su hija.

Jeremías 31, 1-7; Salmo: Jeremías 31, 10-13 . Mateo 15, 21-28

Lectura diaria de la Biblia

martes, 2 de agosto de 2022

2 de agosto 2022 – martes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: ¿Cómo se encuentra el reino de Dios? Cada uno de nosotros tiene un itinerario especial, cada uno de nosotros tiene su camino en la vida. Dios se deja encontrar de una manera o de otra, porque es Él el primero que desea encontrarnos y el primero que busca encontrarnos: vino para ser el Dios con nosotros. Y Jesús está entre nosotros, Él está aquí hoy. Lo dijo Él: Cuando os reunís en mi nombre, yo estoy entre vosotros. El Señor está aquí, está con nosotros, está en medio de nosotros.

Después que la gente se hubo saciado, Jesús apremió a sus discípulos a que subieran a la barca y se le adelantaran a la otra orilla, mientras él despedía a la gente. Y, después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar. Llegada la noche, estaba allí solo. Mientras tanto, la barca iba ya muy lejos de tierra, sacudida por las olas, porque el viento era contrario. De madrugada se les acercó Jesús, andando sobre el agua. Los discípulos, viéndole andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, pensando que era un fantasma. Jesús les dijo enseguida: ¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!. Pedro le contestó: Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre el agua. Él le dijo: Ven. Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua, acercándose a Jesús; pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó: Señor, sálvame. Enseguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo: ¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado?. En cuanto subieron a la barca, amainó el viento. Los de la barca se postraron ante él, diciendo: Realmente eres Hijo de Dios. Terminada la travesía, llegaron a tierra en Genesaret. Y los hombres de aquel lugar, apenas lo reconocieron, pregonaron la noticia por toda aquella comarca y trajeron donde él a todos los enfermos. Le pedían tocar siquiera la orla de su manto, y cuantos la tocaron quedaron curados.

Jeremías 30, 1-2.12b-15.18-22; Salmo 101, 16-21.29, 22-23 . Mateo 14, 22-36