Lectura diaria de la Biblia
sábado, 21 de mayo de 202222 de mayo 2022 – domingo. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.
Papa Francisco: Jesús promete a los Apóstoles el don del Espíritu Santo, cuya tarea será enseñar y recordar sus palabras a la comunidad de los discípulos. Enseñar y recordar: Esto es lo que hace el Espíritu Santo en nuestros corazones.
Hechos 15, 1-2.22-29: Unos que bajaron de Judea se pusieron a enseñar a los hermanos que, si no se circuncidaban conforme al uso de Moisés, no podían salvarse. Esto provocó un altercado y una violenta discusión con Pablo y Bernabé; y se decidió que Pablo, Bernabé y algunos más de entre ellos subieran a Jerusalén a consultar a los apóstoles y presbíteros sobre esta controversia. Entonces los apóstoles y los presbíteros con toda la iglesia acordaron elegir algunos de ellos para mandarlos a Antioquia con Pablo y Bernabé. Eligieron a Judas llamado Barsabá y a Silas, miembros eminentes entre los hermanos y enviaron por medio de ellos esta carta: Los apóstoles y los presbíteros hermanos saludan a los hermanos de Antioquia, Siria y Zilicia provenientes de la gentilidad. Habiéndonos enterado de que algunos de aquí, sin encargo nuestro, os han alborotado con sus palabras, desconcertando vuestros ánimos, hemos decidido, por unanimidad, elegir algunos y enviároslos con nuestros queridos Bernabé y Pablo, hombres que han entregado su vida al nombre de nuestro Señor Jesucristo. Os mandamos, pues, a Silas y a Judas, que os referirán de palabra lo que sigue: Hemos decidido, el Espíritu Santo y nosotros, no imponeros más cargas que las indispensables: que os abstengáis de carne sacrificada a los ídolos, de sangre, de animales estrangulados y de uniones ilegítimas. Haréis bien en apartaros de todo esto. Saludos.
Salmo 66, 2-3.5-8: Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben.
Apocalipsis 21, 10-14.22-23: El ángel me llevó en espíritu a un monte grande y elevado, y me mostró la ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de parte de Dios, y tenía la gloria de Dios: Su resplandor era semejante a una piedra muy preciosa, como piedra de jaspe cristalino. Tenía una muralla grande y elevada, tenía doce puertas, y sobre las puertas doce ángeles y nombres grabados que son las doce tribus de Israel. Al oriente tres puertas, al norte tres puertas, al sur tres puertas, y al poniente tres puertas, y la muralla de la ciudad tenía doce cimientos y sobre ellos los nombres de los apóstoles del Cordero. Y en ella no vi santuario, pues el Señor, Dios Todopoderoso, es su santuario, y también el Cordero. Y la ciudad no necesita del sol ni de la luna que la alumbre, pues la gloria del Señor la ilumina y su lámpara es el Cordero.
Juan 14, 23-29: Dijo Jesús a sus discípulos: El que me ama guardará mi palabra y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él. El que no me ama no guardará mis palabras. Y la palabra que estáis oyendo no es mía, sino del Padre que me envió. Os he hablado ahora que estoy a vuestro lado; pero el paráclito, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho. La paz os dejo, mi paz os doy: No os la doy yo como la da el mundo. Que no turbe vuestro corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir: “Me voy y vuelvo a vuestro lado”. Si me amarais os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es más que yo. Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, creáis.