Archivo de septiembre de 2020

Lectura diaria de la Biblia

jueves, 3 de septiembre de 2020

3 de septiembre 2020 – jueves. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: “Señor, apártate de mí porque soy un pecador”. Primer paso decisivo de Pedro en el camino de discípulo de Jesús: “Soy un pecador”. Sin acusarse así mismo no se puede caminar en la vida cristiana. Acusarse es siempre una experiencia concreta. Cuando Pedro dice: “Soy un pecador” tenía en el corazón todos sus pecados y él los veía, se sentía pecador, y después se sintió salvado (6-9-2018).

La gente se agolpaba en torno a Jesús para oír la palabra de Dios. Subiendo a una de las barcas, que era de Simón, le pidió que la apartara un poco de tierra. Desde la barca, sentado, enseñaba a la gente. Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: Rema mar adentro, y echad vuestras redes para la pesca. Respondió Simón y dijo: Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos recogido nada; pero, por tu palabra, echaré las redes. Y, puestos a la obra, hicieron una redada tan grande de peces que las redes comenzaban a reventarse. Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca, para que vinieran a echarles una mano. Vinieron y llenaron las dos barcas, hasta el punto de que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se echó a los pies de Jesús diciendo: Señor, apártate de mí, que soy un hombre pecador. Y es que el estupor se había apoderado de él y de los que estaban con él, al ver la redada de peces que habían recogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Jesús dijo a Simón: No temas; desde ahora serás pescador de hombres. Ellos sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron.

1Corintios 3, 18-23; Salmo 23, 1b-4ab.5-6 . Lucas 5, 1a.3-11

Lectura diaria de la Biblia

miércoles, 2 de septiembre de 2020

2 de septiembre 2020 – miércoles. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: ¿Cómo es la luz de Jesús? No es una luz que se impone, es humilde. Es una luz apacible, con la fuerza de la mansedumbre; es una luz que habla al corazón y es también una luz que ofrece la cruz. Si nosotros en nuestra luz interior somos mansos, oímos la voz de Jesús en el corazón y contemplamos sin miedo la cruz en la luz de Jesús. Pero si nos dejamos deslumbrar por una luz que nos hace sentir seguros, orgullosos, y miramos a los demás por encima del hombro, a desdeñarlos con soberbia, estamos ante la luz del diablo disfrazado de Jesús. Donde está Jesús hay siempre humildad, mansedumbre, amor y cruz (3-9-2013).

Al salir Jesús de la sinagoga, entró en la casa de Simón. La suegra de Simón estaba con fiebre muy alta y le rogaron por ella. Él, inclinándose sobre ella, increpó a la fiebre, y se le pasó; ella, levantándose enseguida, se puso a servirles. Al ponerse el sol, todos cuantos tenían enfermos con diversas dolencias se los llevaban; y él, imponiendo las manos sobre cada uno, los iba curando. De muchos de ellos salían también demonios, que gritaban y decían: Tú eres el Hijo de Dios. Los increpaba y no les dejaba hablar, porque sabían que él era el Mesías. Al hacerse de día, salió y se fue a un lugar desierto. La gente lo andaba buscando y, llegando a donde estaba, intentaban retenerlo para que no se separara de ellos. Pero él les dijo: es necesario que proclame el reino de Dios también a las otras ciudades, pues para esto he sido enviado. Y predicaba en las sinagogas de Judea.

1Corintios 3, 1-9; Salmo 32, 12-15.20-21 . Lucas 4, 38-44

Lectura diaria de la Biblia

martes, 1 de septiembre de 2020

1 de septiembre 2020 – martes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: El Espíritu de Dios nos lleva a las obras buenas, a la caridad, a la fraternidad, a adorar a Dios, a conocer a Jesús, a hacer tantas buenas obras de caridad, a rezar. El otro espíritu, el del mundo, nos lleva hacia la vanidad, el orgullo, la suficiencia, el chismorreo. Hay una oración bonita que nosotros podemos hacer todos los días: antes de ir a dormir, mirar un poco la jornada y preguntarte: ¿Qué espíritu he seguido yo hoy? ¿El Espíritu de Dios o el espíritu del mundo? Esto se llama hacer examen de conciencia (4-9-2018).

Jesús bajó a Cafarnaún, ciudad de Galilea, y los sábados les enseñaba. Se quedaban asombrados de su enseñanza, porque su palabra estaba llena de autoridad. Había en la sinagoga un hombre poseído por un espíritu de demonio inmundo, y se puso a gritar con fuerte voz: ¡Basta! ¿Qué tenemos que ver nosotros contigo, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios. Pero Jesús le increpó diciendo: ¡Cállate y sal de él!. Entonces el demonio, tirando al hombre por tierra en medio de la gente, salió sin hacerle daño. Quedaron todos asombrados y comentaban entre sí: ¿Qué clase de palabra es esta? Pues da órdenes con autoridad y poder a los espíritus inmundos, y salen. Y su fama se difundía por todos los lugares de la comarca.

1Corintios 2, 10b-16; Salmo 144, 8-14 . Lucas 4, 31-37